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AREGUÁ. (Laura Ciotti y Marta Escurra, enviadas especiales). En la ruta Areguá-Patiño se encuentra ubicada la Asociación de Artesanos Aregüeños de Paraguay (AAA), una entidad sin fines de lucro, fundada en 1997 y que nuclea a familias productoras de alfarería, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los artesanos.
El lugar se caracteriza por sus atractivas cerámicas esmaltadas que se logran a través de un horno estilo japonés muy particular, único en Sudamérica, se trata del “horno noborigama” que en español significa “horno ascendente”.
“El horno funciona de abajo para arriba con leña de reforestación de eucaliptos, el fuego se hace abajo y va subiendo, es un horno escalonado que empieza de cero y llega a una temperatura de 1.280 a 1.300 grados”, manifestó Luis Silvano presidente de la asociación.
Noborigama fue construido por artesanos paraguayos pertenecientes a la AAA bajo la dirección de profesionales japoneses, con la ayuda de la Agencia Japonesa de Cooperación Internacional más conocida por el acrónimo de JICA. La JICA tuvo a su cargo la financiación de un concurso de proyectos en donde los artesanos resultaron los ganadores y fueron premiados con el gran horno.
Sobre los esmaltes
Para la preparación de los esmaltes, los artesanos reutilizan las cenizas de las leñas.
“Nuestros esmaltes son libres de tóxicos, nuestra materia prima es natural extraída de la tierra. Las personas pueden utilizar nuestros productos en la cocina para sus alimentos sin ningún temor, ya que son libre de plomo y cualquier tóxico, eso es esencial para la fabricación de vajillería”, afirmó Silvano.
Los colores
El artesano comentó que para lograr los colores utilizan óxidos de metales, por ejemplo, para que la cerámica obtenga el color azul utilizan óxido de cobalto, para lograr la paleta de los verdes agregan el óxido de cromo y para llegar al turquesa utilizan el óxido de bronce y así sucesivamente.
“Aquí el secreto y la magia están en el horno, el mismo logra efectos nunca antes visto, a veces metemos un esmalte para blanco y, terminado el proceso, sale rojizo, es pura magia, el horno descubre la mano del artesano”, destacó el señor.
La cerámica y su proceso de preparado
Todo comienza con la preparación de la pasta que minutos después es sumergida en las piletas para descansar y luego separar el agua de la arcilla que posteriormente pasa a una tela que absorbe la humedad y queda a punto para ser moldeada y trabajada. Más tarde, los artesanos se encargan de preparar las formas y sacar la mayor cantidad de impurezas posible.
Una vez que el producto está terminado sale al sol para que tome el efecto de “Punto Cuero” que consiste en las terminaciones y para que la humedad sea absorbida en un 100%. Minutos después ingresa al horno primario para el proceso de bizcoho, que consiste en la primera cocción, luego se saca del horno, se pintan con los esmaltes y, finalmente, va al horno noborigama para el resultado final.
Precios
Los precios de las cerámicas esmaltadas varían de acuerdo al tamaño o al trabajo que tiene la pieza. Una taza para café corto se puede encontrar a G. 15.000, los vasos tienen un costo de G. 20.000 y las tazas más grandes con plaquitas cuestan G. 35.000 a G. 40.000, estos son precios individuales.
En cuanto a los juegos de vajillas, los precios varían entre G. 280.000 y G. 300.000 dependiendo de la cantidad del contenido.
Las macetas en tamaños pequeños se encuentran desde G. 40.000, las medianas se mantienen en G. 80.000 y las grandes pueden ascender a G. 600.000 de acuerdo al tamaño.
El costo del horno
Noborigama tiene un costo de 1.200.000.000 de guaraníes. Cada quema en el horno ronda los 11 a 12 millones de guaraníes y ocurre dos veces al mes. El costo de la cantidad de leña que se necesita para hacer funcionar es de 1.200.000 guaraníes.