La pandemia llega a la vida de las mujeres con enormes desigualdades

La pandemia del covid-19 llegó en la vida de las mujeres en un marco de enormes desigualdades y fuertes discriminaciones, señala la socióloga Carmen Echauri. Hay una casi nula representación femenina en los poderes de decisión y una menor inserción de las mujeres en el trabajo formal y remunerado.

Carmen Echauri, socióloga y asesora de IDEA Internacional Paraguay.
Carmen Echauri, socióloga y asesora de IDEA Internacional Paraguay.Archivo, ABC Color

Cargando...

Carmen Echauri, socióloga y asesora de IDEA Internacional Paraguay en temas de género y democracia, viene participando de varios encuentros virtuales en los cuales discuten sobre los problemas que se profundizan en este contexto del covid-19 que se vive en nuestro país y en el mundo, y que afecta más duramente a las mujeres y por supuesto a sus hijos.

La socióloga afirma que vivimos en una sociedad con muchas desigualdades (con un Gini de 46,2%1, coeficiente donde cero es igualdad perfecta y 1 completa desigualdad), un marco general de desigualdades, donde las de género representan uno de los rezagos más importantes de la democracia en el país.

“En este marco en que irrumpe la pandemia, afectando lógicamente con más fuerza a las mujeres, agravando las situaciones de desventaja y discriminación en las que ya están. El covid-19, con la amenaza para la salud, las medidas tomadas, necesarias para controlar la propagación del virus (como el confinamiento y aislamiento social) y la pérdida de ingresos, impactaron y siguen impactando y profundizando las desigualdades de género que afectan a las mujeres, en sus diversas condiciones (pobreza, etnia, lugar de residencia, edad). A esta situación de crisis se suma la intensificación del trabajo doméstico y de cuidados, los riesgos de violencia, de abuso sexual, violación en la situación de confinamiento en el hogar”, dijo.

Sin representación en los espacios de decisión

Carmen Echauri manifestó que algunos indicadores con los que podemos identificar dimensiones estructurales de la discriminación y las desigualdades de género que afectan a las mujeres son, por ejemplo, la subrepresentación de mujeres en la vida pública y en los espacios de decisión política. El actual Congreso de la Nación cuenta con 16% de representación de mujeres en ambas cámaras combinadas, muy por debajo del promedio de América Latina (31,3%), región que, a la vez, alcanzó logros normativos muy relevantes, con 9 países que adoptaron leyes de paridad para garantizar una representación más equilibrada de mujeres y hombres en la toma de decisiones públicas. Otros indicadores nos muestran que en las Elecciones Generales del 2018 fueron electas 17,6% de mujeres para todos los cargos disputados. En los gobiernos municipales, en el 2015 fueron electas 10% de intendentas y 22% de concejalas.

Actividad económica

Por otro lado, señala la socióloga, que con respecto a la participación femenina en la actividad económica, vemos que el 40% de la población económicamente activa (PEA) está conformada por mujeres y 60% por hombres. Mientras esta proporción se invierte cuando observamos a la población económicamente inactiva (PEI) conformada por 75% de mujeres y 25% de hombres, lo que indica la menor inserción de mujeres en el trabajo remunerado. El trabajo doméstico y de cuidados, y los roles estereotipados de género son algunos de los factores que explican la menor participación de mujeres en el mercado laboral, principalmente en el trabajo formal, ya que las mismas están sobre representadas en el mercado informal de trabajo.

Violencia contra las mujeres

“La problemática de la violencia de género contra las mujeres es otra área en que se manifiestan la desigualdad y la discriminación, agravadas en el marco de la pandemia. Algunos indicadores previos a la pandemia muestran, por ejemplo, los índices de feminicidio (37 mujeres muertas en manos de sus parejas o exparejas y 57 intentos de feminicidios en 2019); otras formas como la violencia doméstica, la violencia sexual contra mujeres, niñas y adolescentes, la violencia contra las mujeres en el ámbito político, la violencia telemática conforman una problemática extendida, tolerada y aun no reconocida de manera amplia como una violación de las libertades fundamentales y de derechos humanos de las mujeres”, acotó.

“A esta situación, en el contexto de la pandemia, se suma un aumento de casos de violencia contra mujeres registrados por diversas instituciones públicas, como el Ministerio Público que reportó 80 nuevas denuncias de violencia familiar por día, el Poder Judicial registró 118 casos nuevos de violencia familiar con carácter de hecho punible y el Ministerio de la Mujer recibió 558 llamadas sobre violencia contra mujeres en el mes de marzo.

Capacidad de resiliencia

Carmen Echauri afirma que en este contexto pandémico, sin embargo, también “observamos una capacidad de resiliencia y de liderazgo de las mujeres en sus comunidades, de habilidades para el trabajo conjunto, de organización y logística, como el que están desarrollando en torno a las ollas populares, aportando a la necesidad de alimentación de miles de personas”.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...