Wilson y su hijo Gustavo, los pistoleros del “clan” Acosta

Wilson Acosta Marques fue detenido en octubre de 2010 en la ciudad brasileña de Paranhos, fronteriza con Ypejhú, al ser sorprendido por la Policía local en posesión de una pistola calibre 9 mm que tenía el número de serie modificado. Por seguridad, fue trasladado a Sete Quedas, y de allí remitido a Dourados, ante informes sobre un posible plan de rescate. Sin embargo, una semana después salió en libertad y se desató una serie de homicidios en venganza por su captura.

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Un mes después, en noviembre de 2010, Wilson fue sindicado como autor de un atentado del que fue víctima Asunción Sánchez, también en la fronteriza ciudad de Paranhos. De acuerdo con la Policía Brasileña, Wilson y cuatro matones más dispararon con sus pistolas desde un auto Volkswagen Gol contra el objetivo, pero Sánchez milagrosamente sobrevivió pese a la lluvia de balas que se registró.

En julio de 2011, Wilson Marques González, nombre que utilizaba Wilson Acosta Marques en el lado brasileño, fue identificado por la Policía Civil como uno de los responsables del asesinato de Marcelo Fernández, ocurrido también en Paranhos, pero en diciembre de 2010. Uno de sus cómplices capturado confesó que actuaron sobre una moto y que cruzaron al lado paraguayo y se instalaron en una casa segura en Ypejhú.

En octubre de 2013, Wilson Acosta Marques fue detenido otra vez en Paranhos, Brasil, al ser acusado por un triple homicidio consumado en diciembre de 2012 y en el que cayeron acribillados Silvio Ramón Giménez Suares, Marcos José Pereira y Carmelo Ayala. El caso fue vinculado con una disputa territorial entre narcos que pretendían dominar la comercialización de “macoña” y cocaína en la frontera con Mato Grosso do Sul.

En agosto de 2014, el exintendente de Ypejhú, Julián Núñez Benítez, fue acribillado al ser seguido desde una universidad por una motocicleta a bordo de la cual actuaron supuestamente Wilson Acosta Marques y su hijo Gustavo Acosta Gadea, quienes presuntamente cumplieron las instrucciones del intendente local, Vilmar Acosta Marques, quien quería desplazar del escenario político a su adversario. En octubre de este año, a Wilson se le atribuyeron otras dos muertes más por orden de su hermano “Neneco”. Primero la del informante Víctor Franco Benítez, en Villa Ygatimí, y después la del corresponsal de ABC Color en Curuguaty, Pablo Medina Velázquez.

Ambos casos están relacionados con las constantes denuncias que se hacían contra la red de narcotráfico dirigida por el clan Acosta Marques.

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