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El Tribunal de Sentencia presidido por Ramón Trinidad Zelaya e integrado por Janine Ríos y Benito González arrancó la jornada de ayer con la exposición de su decisión respecto a la reprochabilidad de Vilmar Acosta Marques.
En ese sentido, el presidente del Tribunal explicó pormenorizadamente los motivos que llevaron al colegiado a concluir que Vilmar instigó el asesinato de nuestro corresponsal en Curuguaty.
Durante su explicación, Zelaya citó numerosas pruebas que avalaban la acusación fiscal, tales como testimonios, documentos y pruebas varias. El presidente del Tribunal precisó igualmente cuáles eran las pruebas que descartan la teoría de la defensa, de que todo fue “montado” por la Fiscalía.
Zelaya explicó que quedó demostrado con numerosas pruebas presentadas en juicio que Vilmar había amenazado a Pablo Medina en varias ocasiones y ante la persistencia del hombre de prensa en seguir denunciando su implicancia en ilícitos varios, instigó a su hermano Wilson Acosta y a su sobrino Flavio Acosta Riveros a cometer el crimen.
El colegiado también consideró como válido el relato del exchofer del acusado, Arnaldo Cabrera –ingresado por la vía de las documentales–, en el que detalla cómo los sicarios reportaban paso a paso el seguimiento hecho a Pablo y luego su ejecución, noticia que Vilmar recibió con la exclamación: “Beleza pura”.
“Vilmar Acosta Marques instigó y utilizó a personas de su entera confianza para cometer el crimen”, afirmó el juez Zelaya.
En una segunda etapa de la audiencia, la fiscala Sandra Quiñónez solicitó la pena máxima para el acusado, así como la aplicación de medida de seguridad.
La representante del Ministerio Público hizo hincapié en el clima de terror que Acosta sembró en la ciudad de Ypejhú, donde era común verlo acompañado de particulares armados.
A su turno, el abogado defensor Amelio Sisco se abstuvo de alegar respecto a la pena, de manera a tratar de mitigar la sanción requerida por la Fiscalía pues, a su criterio, no se demostró la culpabilidad de su cliente. Asimismo, insistió en que la Fiscalía basa su petición en publicaciones periodísticas y acusó al director de nuestro diario, Aldo Zuccolillo, de estar interesado en el juicio.
Por su parte, el abogado Vicente Alderete pidió al tribunal que considere los elementos producidos en juicio, de manera a lograr una decisión.
Pablo Medina y Antonia Almada fueron emboscados y asesinados en un camino rural de la colonia Itanaramí, entre Villa Ygatimí y Ko’ê Porã, distrito de Villa Ygatimí, departamento de Canindeyú, a las 14:30 del 16 de octubre del 2014.
ACOSTA BUSCABA SU “PROPIA IMPUNIDAD”
La fiscala Sandra Quiñónez destacó la intención de Vilmar Acosta de silenciar a Pablo Medina y de esta manera, permanecer en la impunidad.
“¿Qué buscaba él? El silencio, acallar a la prensa, porque Pablo Medina eso significaba. Pablo Medina estaba trabajando, era una persona cuyo trabajo era ejercer el periodismo, y el silencio era lo que él –Vilmar– buscaba con el fin de que la opinión pública no sepa de los ilícitos que cometía, de los diferentes ilícitos que eran investigados.
Y no es que Pablo Medina decía porque a él se le antojaba, sino que perfectamente Vuestras Excelencias saben que está documentado (...) Buscaba su propia impunidad”, argumentó.