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Esta semana la prensa brasileña y paraguaya, a través de publicaciones en VALOR y ABC, respectivamente, se hicieron eco de la respuesta de Itaipú que se realizó a través del director ejecutivo Jorge Samek. Cabría aclarar si la misma tiene el visto bueno de las autoridades paraguayas de Itaipú.
Si el envío de la respuesta fue una acción unilateral de la margen izquierda, como es lógico suponer, entonces apoya la tesis de la falta de cogestión en lo referente al manejo de la deuda de Itaipú. En un artículo anterior sostenía que la deuda debe ser revisada pues la misma fue formalizada bajo el dominio brasileño de la administración de Itaipú.
Se evidencia así el modus operandi brasileño en el sentido de que las documentaciones, contratos de préstamos o este informe en cuestión, son firmados solo por las autoridades brasileñas de Itaipú, si bien aprobados, en muchos casos en forma posterior a los hechos, por el Directorio y el Consejo. El Brasil ya había reconocido implícitamente la deficiencia en la cogestión y en 2009 Itaipú emitió una RDE en la cual se afirma la voluntad de la cogestión financiera de la entidad. Ricardo Canese, en su libro “La Recuperación de la Soberanía Hidroeléctrica del Paraguay”, dice que de común acuerdo por los dos gobiernos “desde el 25 de julio del 2009 rige plenamente la cogestión plena en el ámbito de las direcciones de área… Por primera vez el Paraguay codecidirá en Itaipú en materia energética y financiera, de pleno derecho”. Si así fuera, en teoría, una respuesta oficial al informe Sachs no debería ser emitida sin el acuerdo de la margen paraguaya.
Importancia del tema de la deuda para el Brasil. Préstamos con garantía de la deuda de Itaipú
La edición del 17 de julio de VALOR, en su artículo “Estudio Sugiere que Paraguay ya pagó la deuda de Itaipú”, señala que para el Brasil el tema también es importante, porque el Gobierno brasileño autorizó, en mayo, la utilización de las cuentas a cobrar de Itaipú en la Cuenta de Desarrollo Energético (CDE), fondo sectorial que está siendo utilizado para aliviar la caja de las distribuidoras para cubrir los gastos de operaciones de las termoeléctricas.
Cabe recordar también que el BNDS realizó un préstamo de R$ 2,5 mil millones a Eletrobrás a fines de junio con el objeto de posibilitar el pago de dividendos a los accionistas de Eletrobrás, entre ellos, el propio Estado Brasileño (la UNIÓN) y el propio BNDES, o para realizar inversiones en Sociedades de Propósito Específico, en las cuales Eletrobrás tiene participación. No existe aún mayor información sobre el destino final de dichos fondos. Esta cuenta especial de dividendos está siendo pagada desde 2010 y se refiere a dividendos no pagados por Eletrobrás por más de 30 años.
La garante de esa operación de crédito con el BNDES es la Unión y la Eletrobrás, que presentó como contragarantía propia los créditos que debe recibir de Itaipú, lo cual consiste en una operación inédita de contragarantía en Brasil, por incluir cuentas a cobrar, cuyo valor presente estimado es de R$ 11,154 millones. El costo de la operación fue de la tasa Selic más 2,5%, con un costo efectivo de 13,21% anual a un plazo de cinco años.
Es interesante notar que la emisión de deudas para posibilitar el pago de dividendos de empresas estatales a la Unión es criticada por analistas del Brasil, puesto que permite transformar deuda financiera en ingresos primarios para la Unión, como ellos dicen a través de una “contabilidad creativa” o “alquimia fiscal”.
El Brasil podría alegar posteriormente que esto dificultaría la renegociación de la deuda de Itaipú al estar distribuida dentro del mercado financiero brasileño.
Justificación de Itaipú al informe Sachs
El carismático director ejecutivo Brasileño de Itaipú, Jorge Samek, justifico así su respuesta al informe: “Hicimos un estudio contestando (a VCC) desde el título hasta la última línea, porque ellos partieron de una premisa equivocada. Y quien parte de una premisa equivocada no puede llegar a una conclusión correcta”.
Uno de los puntos más curiosos de esta declaración es que no ve riesgos de cambios en el Tratado ni de una relación conflictiva con el futuro gobierno paraguayo. Textualmente: “Ya estoy trabajando con el séptimo director general paraguayo y el cuarto presidente paraguayo. En este período, Itaipú no dejó de producir ni un solo megawatt hora por cuestiones políticas”. Sigue: “Lo que me deja más confiado es que el presidente que ganó la elección es asesorado por personas que conocen con profundidad lo que fue el Tratado de Itaipú”.
Argumentos del Brasil. Opinión de sus analistas.
Por las opiniones, se evidencia la estrategia brasileña: desacreditar al autor/autores, cuestionando las premisas del estudio.
Y como es muy difícil atacar al director del Earth Institute de Columbia University, van por los colaboradores: el Presidente del instituto Acende Brasil, Claudio Sales, dijo: “el contenido de esta investigación tiene tamañas impropiedades que difícilmente Jeffrey Sachs siquiera haya pasado los ojos en ella”, resaltando que los autores del documento no examinaron los balances anuales y el flujo de caja de Itaipú.
Las supuestas inconsistencias en las premisas son:
1. El instituto calculó la tarifa de Itaipú con base en el precio de mercado, mientras que el Tratado de la hidroeléctrica define la tarifa por el costo de construcción y mantenimiento de la usina, ya que el emprendimiento no tiene interés de lucro, solo del pago de la deuda.
Comentario: La simulación asume condiciones de justicia entre las partes (precio justo) como base para negociación y no analiza en esta etapa las condiciones reales, muchas veces leoninas, impuestas por la parte brasileña. Es claro que no se han analizado los balances ni flujos de caja en esta etapa.
No obstante, incluso opinando ya sobre datos contables, vemos que la deuda de Itaipú ha subido todo el tiempo por ajustes y reajustes impuestos por Brasil y la tarifa ni siquiera ha alcanzado para el pago de algunas amortizaciones de deuda, generándose la hoy ya famosa deuda espuria.
2. Que la deuda de Itaipú sea recalculada utilizando una tasa de interés anual de 5%. Recuerda que los intereses en la época de la construcción en la década de los 80 eran por lo menos 10%.
Comentario: el estudio explica claramente que la tasa de interés anual utilizada es la tasa real del 5%, es decir 5% por encima de la inflación americana. El estudio reconoce que los pagos de interés sobre la deuda fueron extremadamente altos por muchos años, a menudo bien por encima del 10% nominal anual y más del 5% real en la década de los 80. Consideran esta tasa como alta, pues la inversión puede ser considerada de bajo riesgo pues estaba totalmente garantizada por su propio flujo de ingresos. Aparentemente, el analista no leyó totalmente el estudio para opinar.
3. El VCC insinúa una diferencia considerable entre el inmobilizado acumulado y la inversión directa acumulada en la usina.
Justifica que la porción de intereses acumulados durante la construcción es financieramente enorme y se suma al inmobilizado propiamente dicho. Itaipú exigió inversiones directas de orden de los US$ 12.000 millones, pero el costo final del proyecto fue de US$ 27.000 millones, principalmente debido a cargas financieras y renovación de deudas.
Comentario: el análisis de Sachs se basa en la razonabilidad de los supuestos para Itaipú y no de datos contables, con los cuales no contaban. Aclaran que no quedan claros para ellos los costos históricos de las inversiones fijas. Para ello justamente recomiendan una auditoría transparente. Además, en mi opinión, Itaipú curiosamente no aplica las Normas Internacionales de Información Financiera y el crecimiento inflado de la deuda está directamente relacionado con el monto de la inversión registrada.
4. En opinión del investigador Roberto Brandão, de la Universidade Federal do Rio de Janeiro, “El modelo considerado para decir que la deuda ya está pagada supone que no hubo acuerdo. No considera el Tratado de Itaipú. Pero el Tratado de Itaipú está para Itaipú así como la Constitución está para un país”.
Comentario: Aquí de nuevo está el consabido argumento de que la deuda fue aprobada por ambas partes y que “Lo pactado se cumple”. Sin embargo, ya está demostrado que hubo predominio brasileño en la administración, y, como bien lo dijo Sachs en su exposición en el BCP, él mismo asesoró al Gobierno de Brasil para renegociar su propia deuda, por lo que lo pactado puede ser revisado si cambian las circustancias que los originaron.
En conclusión, la posición brasileña se debilita ante la evidencia de las inequidades en el tratamiento de la deuda de Itaipú. Ensayarán varios argumentos para desacreditar el informe y, paralelamente, implementarán la política de sacar de sus libros la deuda para dificultar posteriores renegociaciones. Mientras, Paraguay aún no ha definido una estrategia.