13 de abril de 2005 - 09:04
"Una bandera mojada, para un día triste"
Este artículo tiene 20 años de antigüedad "Una bandera mojada, para un día triste". Con estas sencillas palabras, el embajador de Gran Bretaña, Anthony Cantor, cumplió ayer al atardecer con el simbólico acto de arriar la enseña en la que fuera la residencia del representante de Su Majestad la reina Isabel II en el Paraguay.