Un libro con 700 páginas sobre las “dualidades” del paraguayo

El conocido médico Hernán Codas lanzó días atrás un curioso libro: “Dualidades ha kõi Paraguay-pe”. Se trata de dualidades y diabluras del paraguayo. Utiliza el humor, la sátira, las comparaciones para retratar costumbres y vivezas del ser nacional y en el que también revela hechos poco difundidos de nuestra historia. En esta entrevista, Codas resume su obra de contribución cultural sobre el Paraguay profundo.

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–¿Qué contiene su obra?

–Nada complicado. “Nuestras costumbres no tienen nada que se parezcan a otra nación”, dice (Luis Alberto del) Paraná en una canción. Dígame: qué otro país en el mundo fue descubierto por agua y por tierra: Sebastián Gaboto y Alejo García. ¿Qué país tiene dos días de Independencia?: 14 y 15 de Mayo. La Revolución de Febrero no fue ni el 2 ni el 3. Fue el “2 y 3” de febrero de 1989. Mokõi memete la ñande historia. Este trabajo es un poco un análisis crudo “del viceversa”, “del ida y vuelta” del paraguayo, como dice Manuel Domínguez; decir por ejemplo que este es el país del doble trato: el payaguá y el trato apu’a.

–El que le hizo famoso al actual Presidente del Congreso (Ovelar). 

–Y bueno, el paraguayo tiene dos lenguajes: el ñe’ê normal y el ñe’ê tavy. Tiene dos bebidas típicas: el tereré y el mate; dos tejidos típicos: ñandutí y ao po’i; doble apelativo: el propio y el marcante...

–La dualidad debe ser frondosa 

–Cito como 150 en 12 capítulos. El paraguayo no habla bien ni el guaraní ni el castellano: habla yopará. El Paraguay, en toda su historia usó dos monedas: el peso y el guaraní. Tuvo dos dictadores: Francia y Stroessner; dos capitales: Asunción y Luque. Son 700 páginas de dualidades...

–Una radiografía... 

–Está el famoso dicho folclórico: “Ndaipóri paraguayo ikuña peteîva”... Traté de rescatar nuestras cosas cotidianas que pasan desapercibidas.

–¿Es una crítica al sistema? 

–Es un análisis objetivo de lo que somos. Tenemos dos idiomas, dos tipos de música: polca y guarania. Hasta en geografía tenemos dos grandes regiones completamente distintas, pegadas por un río: la Oriental y la Occidental. Tenemos dos grandes hidroeléctricas y dos puentes internacionales. Hasta nuestra política es pendular hacia Argentina y Brasil.

–¿Son dualidades positivas o negativas? 

–Es nuestra realidad. Paraguay fue evangelizado por dos líneas religiosas: franciscanos y jesuitas. Tuvo dos guerras internacionales, dos guerras civiles: la del 22 y la del 47; dos revoluciones comuneras; dos independencias: de los españoles en 1811 y recién en 1852 de la Confederación Argentina y de los Porteños.

–De esto último se sabe poco... 

–Nosotros fuimos dependientes del Virreinato del Río de la Plata hasta 1852. La Confederación Argentina reconoció la independencia recién en aquel año. Y ni siquiera la Independencia fue en 1811. Fue en 1813. No es una crítica. Es un análisis. El Paraguay tuvo dos banderas, dos escudos, dos himnos nacionales: uno en la época de Francia, el otro desde la época de Carlos Antonio López.

–¿Cuál fue el primer himno? 

–El llamado entonces “Tetã Purahéi”, escrito en 1817 por Anastasio Rolón, un poeta de Caraguatay. Se publicó la letra en 1845 en (el períodico) “El Paraguayo Independiente”. La música se atribuye a Antonio Quintana. El dictador Francia no quería que se tradujera como una expresión de soberanía. Decía que el castellano era idioma de los chapetones, de los pitucos de la alta sociedad. Era muy nacionalista. Recién dos años después de su muerte (1840), Don Carlos pudo traducir...

–¿Qué dice de llamativo ese himno en guaraní? 

–Está en el libro (lee): “El león de Paraguay rugirá fiero y sangriento contra cualquier enemigo, sea pérfido o cruento; A nuestros hijos legaremos esta Patria preciosa; Esclavos nunca seremos de los prepotentes; Primero ha de acabar la nación antes que sufrir la opresión extranjera...”.

–Muy patriótico... 

–Dice más: “Paraguayos valientes; nadie osará insultarlos ni hacerlos perder el nombre y la gloria: Antes mil veces morir; Que retumbe grandioso, magnánimo y brioso el eco del pueblo; Los cañones vomitan marciales golpes rabiosos para declarar la victoria de la Patria independiente...”. 

El coro dice: “Viva nuestra Independencia; Nuestra gloriosa Patria siempre será soberana, siempre majestuosa...”.

–Después vino el himno de Acuña de Figueroa, el uruguayo... 

–Primero, don Carlos le pidió al poeta argentino Vicente López, el que hizo el himno argentino. Este le pidió mil pesos fuertes. Don Carlos no quería gastar y ahí fue cuando Acuña de Figueroa, el uruguayo, le regaló la letra de lo que llamó “himno patriótico”, parecido al himno uruguayo que compuso en 1828.

–¿Y la música de quién fue? 

–Ahí hay una controversia de si fue Pellegrini, o un checoslovaco, un italiano o si fue finalmente Remberto Giménez. Hubo un extenso debate en 1903 y 20 años más tarde, el Instituto Paraguayo realizó una encuesta para determinar el autor de la música. Entre los presuntos autores figuran Francisco José de Bali, músico húngaro radicado en el Uruguay y autor del himno uruguayo; Francisco de Dupuys, músico francés, contratado en 1853 por Don Carlos para la formación de la banda de música.

–¿Cómo sobrevivió al exterminio? 

–Varios músicos recopilaron la melodía en base a cantos de memoria de los sobrevivientes. Lo que se sabe es que por encargo del presidente Eusebio Ayala, la composición de Acuña fue reconstruida por Remberto Giménez en 1934. Ese año, el musicólogo e historiador Juan Manuel Sosa Escalada publicó con el título de “Himno Nacional Paraguayo” en base a las recopilaciones...

–¿Cuál fue la primera bandera? 

–Era parecida a la francesa. Pero cuando era colonia española había dos y dos emblemas. La más resaltante fue la que tenía los colores del uniforme de los soldados que fueron a defender el Río de la Plata de la invasión inglesa en 1805 y 1806. Era el clásico rojo, blanco y azul. La primera oficial surge el 15 de agosto de 1812 después del tratado de confederación que la junta gubernativa de Asunción realizó con la junta gubernativa de Buenos Aires y las demás provincias del Virreynato del Río de la Plata. El tratado fue realizado por Manuel Belgrano. En esa fecha aparece una primera bandera paraguaya de color azul-celeste con una estrella blanca en el ángulo superior del lado del mástil. En la emancipación ondeó la bandera azul, distintivo de la Virgen de la Asunción. Francia instituyó de nuevo la azul celeste en 1826 con la estrella blanca de seis puntas. En 1842 el congreso extraordinario ordenó que se utilizara exclusivamente la tricolor de 1812, con el agregado de los dos escudos nacionales, el oficial y el de Hacienda.

Esto nos da la pauta de que desde tiempos inmemoriales las instituciones republicanas están cargadas de muchas controversias y conflictos. El único país miembro de las Naciones Unidas que tiene dos escudos es la República del Paraguay. Para mí el padre de la Patria fue Francia porque él no permitió que nos avasallen. De otro modo íbamos a ser una provincia argentina.

–Cerró la frontera hasta su muerte.

–Lo de López también tiene su explicación. Fue el que unificó Argentina con el Pacto de San José de Flores el 12 de noviembre de 1859. Fue el día que en realidad se creó la República Argentina. Antes era la Confederación Argentina versus el estado Porteño. Cuando Francisco Solano era brigadier se firmó el Pacto de no Agresión entre naciones. López salió de aquella ceremonia con loas, con el sable de Urquiza pero cinco años después se hizo el Tratado de la Triple Alianza. Le traicionaron a López, el padre de la unificación. Fue el brigadier, el canciller plenipotenciario que hizo que Argentina se uniera. Por ese Pacto, él cruzó tranquilamente Corrientes cuando fue a defender al gobierno derrocado de Berro, del partido Blanco, en Uruguay. Podía haber pasado por Misiones que hasta ese entonces era Paraguay. Los brasileros le negaron y Argentina también le denegó. Eso fue una traición. Hay que leer la historia y sobre todo el Pacto de San José de Flores donde el papel de López fue determinante. Antes de eso Argentina era una guerra sin fin entre los confederados y los porteños. 

–Los porteños que bloqueaban arbitrariamente el ingreso al puerto. Hasta hoy...

–Los porteños jodían a todas las provincias confederadas, a los santafesinos, rosarinos, correntinos, paraguayos. En Buenos Aires ya estaban instaladas las empresas multinacionales, los grandes capitales. Cuando se hizo el pacto fue electo presidente un confederado. Poco tiempo después lo suplantó Mitre que era porteño. Y ahí se armó todo el desastre que se vino después. No les gustó la unificación. Mitre le traicionó a López. Urquiza, que era un confederado aliado del Paraguay al final le abandonó. Es triste pero esa fue la realidad.

–¿Por qué esa dualidad entre República del Paraguay y República del Guairá? 

–No es un chiste. Era real. Guairá se fundó siete veces y al final terminó donde está hoy. Originalmente estaba en la Guaira, lo que es hoy el estado de Paraná.

–Los bandeirantes iban expulsando a los indios y los misioneros, como cuenta la película La Misión

–Yo tengo muchas transcripciones de autores que relatan las siete fundaciones del Guairá y que quería ser independiente. Nunca fue independiente al final de cuentas.

–Se habla también de la República de Luque...

–Luque fue la capital del Paraguay cuando se produjo la invasión de los aliados a Asunción el 1º de enero de 1869. Ese es un decreto que nunca se derogó. No existe registro. Se decretó nomás que Asunción volviera a ser la capital. Hasta 1876 Luque fue la capital y quedó así.

Entrevista de holazar@abc.com.py

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