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Por los bienes que acumuló, Nelson Mancuello Álvarez es uno de los más reconocidos en la corporación de “magos de las finanzas de Aduanas. Cercano siempre al poder de turno, nunca rindió cuentas a la justicia de su extraordinaria prosperidad e históricamente pegó el lujo de rotar en cargos considerados de oro en la institución.
Mancuello estaba en la Aduana de Trans Trade del Alto Paraná, uno de los puestos de control más codiciado por el movimiento de mercaderías que allí se registran. El viernes último, el actual director de Aduanas Luis Morales le ubicó como coordinador del Departamento Técnico Aduanero de Vigilancia Especializada (Detave).
El nuevo jefe del Detave está en la lista de sospechosos de enriquecimiento ilícito que el exdefensor del Pueblo Édgar Villalba, remitió a la Contraloría de la República para investigación en el 2015.
El funcionario goza de una protección privilegiada, atribuida a su cercanía a altos referentes del Gobierno de turno y según está a la vista tiene llegada hasta al presidente de la República. La Contraloría blanqueó a Mancuello y la fiscalía de Delitos Económicos no le abrió investigación, pese a los millonarios bienes que saltaron.
Cabe recordar, además, que el nombre de Mancuello además estuvo salpicado en un supuesto caso de coima cuando era jefe en el aeropuerto guaraní, pero el máximo castigo que recibió fue un traslado.
El “mago” Mancuello compró camioneta de unos US$ 30.000 en épocas que tenía sueldo de G. 3 millones en Aduanas. Dos lujosas residencias, en Lambaré y en Fernando de la Mora, se hizo accionista y vicepresidente de Edificar Emprendimientos SA, inmobiliaria con un capital social de G. 10.000 millones, de los cuales ya se emitieron G. 2.500 millones.
Varias de sus inversiones están a nombre de sociedades. Pese a sus antecedente, la Aduana le concede la lucha contra uno de los mayores males del país, que es el contrabando.