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“Por de pronto ya fueron citados todos los tripulantes, tanto del ‘Taguató’ como de ‘Romero Pereira’, para una indagatoria, y también fue convocado de nuevo el exjefe del destacamento local, Marcial González, para este lunes”, refirió ayer la fiscala Pérez, quien investiga el nuevo caso de ordeño de combustible. Fue tras participar de un trabajo de peritaje en San Antonio al buque “Tomás Romero Pereira”.
El martes pasado un equipo periodístico de nuestro diario constató el ordeño de 15.000 litros de combustible en San Antonio, carburante que fue extraído de los buques “Tomás Romero Pereira” y “Taguató”, según datos.
En el ilícito estarían implicados militares de la Armada Paraguaya, la Policía e incluso algunos vecinos.
Los periodistas llegaron hasta la ribera en el barrio Cándida Achucarro, dos kilómetros y medio del centro urbano de San Antonio, detrás de la terminal portuaria de Terport, donde se encontraron con el operativo de ordeño en pleno apogeo.
Se pudo fotografiar un lanchón que se aproximó a la orilla y desde allí, mediante mangueras y motores hidráulicos, bombeaba el combustible hacia arriba hasta una casa particular. El gasoíl era depositado en bidones de 1.000 litros.
El tráfico de combustible es una actividad ilícita vieja en los ríos de nuestro país. Periódicamente son requisados miles de litros de combustible, pero nunca reciben castigos ejemplares los responsables y por lo tanto el ilícito continúa. La prensa también en varias ocasiones evidenció la venta ilegal de carburantes.
Camarada de Vallejos
El perito, capitán de navío (sr) Juan Domingo Delgado Mereles, quien verificó el sábado el remolcador “Tomás Romero Pereira”, es camarada del actual comandante de la Armada, vicealmirante Antonio W. Vallejos Abadíe. Este jefe naval posee antecedente judicial por tráfico de combustible.
Vallejos Abadíe apenas por un voto consiguió el acuerdo del Senado para su reciente ascenso al vicealmirantazgo, debido a su antecedente de corrupción. El mismo fue imputado y acusado por la fiscalía en un caso de ordeño en Pilar, pero se salvó porque admitió que cometió el ilícito.