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Desde las 8:00, el Tribunal de Sentencia, presidido por Ramón Trinidad Zelaya, recibe las pruebas obrantes en los dos últimos tomos de los cuatro que componen la carpeta fiscal, así como otras pruebas ofrecidas por las partes. Igualmente deberá incorporar a las evidencias recabadas durante la investigación, como los proyectiles, celulares y otros.
Una vez concluida esta etapa, el colegiado deberá constituirse en el local donde Pablo Medina fue emboscado y asesinado a tiros en su camioneta, un camino rural de Villa Ygatimí, en la tarde del 16 de octubre del 2014. En el criminal ataque, también perdió la vida la joven Antonia Almada, quien viajaba en el asiento trasero.
La acusación, a cargo de los fiscales Sandra Quiñónez y Vicente Rodríguez, sostiene que el crimen fue ejecutado por orden del acusado Vilmar “Neneco” Acosta Marques, exintendente de Ypejhú, como represalia por publicaciones realizadas por nuestro corresponsal en Curuguaty, sobre su responsabilidad en distintos ilícitos.
La tesis sustentada por el Ministerio Público acusa a “Neneco” de instigar el crimen y señala como autores materiales a Wilson (prófugo) y Flavio Acosta, hermano y sobrino del político, respectivamente.
Flavio Acosta Riveros fue detenido el pasado 9 de enero en Pato Branco, Estado de Paraná, Brasil, y se encuentra actualmente preso en la sede de la Policía Federal, en Foz de Yguazú.
El Supremo Tribunal Federal descartó la extradición de Acosta al Paraguay, ante la posibilidad de que el mismo sea ciudadano brasileño, pero dejó abierta la posibilidad de volver a estudiar el pedido o juzgarlo en el Brasil. En esta última tesitura, la jueza de Curitiba Gabriela Hardt se declaró competente para atender el caso, mantuvo la prisión de Acosta Riveros y dio un plazo de 30 días para que el Ministerio Público Federal presente la acusación.
Por esta razón, el fiscal de Asuntos Internacionales, Manuel Doldán viajó al Brasil, donde se reunirá con sus pares para arrimar pruebas contra Acosta y ultimar los detalles de la acusación.
Informes de telefonía respecto a las llamadas realizadas por los sospechosos y sus ubicaciones evidencian que Flavio siguió a Pablo el 16 de octubre y estuvo en el lugar del crimen y a la misma hora de su ejecución.