Tiene origen espurio e inmoral

La deuda contraída por el argentino Gustavo Gramont Berres se remonta a los años 1986 y 1987. Fue designado por la dictadura del Gral. Alfredo Stroessner como “embajador itinerante” y cónsul honorario de Paraguay en Ginebra (Suiza). Con esos títulos bajo el brazo, gestionó en Ginebra en forma personal dos empréstitos internacionales para sus firmas Rosi SA y Lapachos de San Isidro SA.

Cargando...

El banco Overland Trust de Ginebra le prestó el dinero y la operación fue asegurada por la empresa estatal italiana SACE. Pero los dos préstamos internacionales nunca fueron aprobados por el Congreso paraguayo, motivo por el cual la deuda no es pública sino que se quedó en el ámbito privado. Además, ninguno de los dos proyectos se concretaron en Paraguay: ni una planta farmacéutica ni la procesadora de cítricos en La Colmena (Paraguarí).

Posteriormente se comprobó que Gramont falsificó burdamente documentos oficiales para demostrar una garantía por parte del Estado paraguayo, que en realidad no existía.

Llamativamente el Overland Trust Bank quebró luego de otorgar los préstamos y los títulos de la deuda fueron comprados por un sindicato de diez bancos. Cayó Stroessner y estos bancos reclamaron el pago de la deuda al gobierno del Gral. Andrés Rodríguez (1989-1993), que se negó a pagar la misma por ser fraudulenta.

Los bancos entablaron una demanda contra el Paraguay en Suiza y perdieron en una instancia, pero ganaron en las dos restantes. El 31 de mayo de 2005, el máximo tribunal suizo condenó a Paraguay a pagar la deuda. Tras casi 10 años de silencio, la SACE se presenta ahora como demandante contra el Paraguay, debido a que compró los títulos de la deuda de los 10 bancos internacionales. El pleito está en desarrollo. El monto ascendería a unos US$ 85 millones.

Enlance copiado
Content ...
Cargando...Cargando ...