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“La comunidad de Tavapy II añora a su benefactor, el señor Francis Perier. Cuando él vivía, la fundación que creó ayudaba a los pobladores, pero después de su muerte en el 2011, la gente que administra la fundación Perier que él creó, se convirtió en un organismo con fines de lucro”, manifestó el intendente local Aníbal Fidavel (PLRA).
El jefe comunal ratificó lo que nuestro diario ya había comprobado el pasado lunes, durante una visita al lugar; que la Fundación Perier, que pretende adueñarse de una propiedad de 1.800 hectáreas ubicadas entre los distritos de Santa Rita, Tavapy II y Santa Rosa, no cumple con ningún fin social.
Fidavel dijo que la escuela agrícola que debía funcionar en la propiedad nunca existió. Asimismo mencionó que en la comunidad sí hay una escuela con el nombre de Nelly Perier, pero la misma es pública. Lleva el nombre de la esposa de Francis Perier, en agradecimiento al apoyo que recibió la comunidad en su momento de dicha familia.
“En estos últimos años, bajo mi administración, construimos tres aulas, baños sexados, restauramos, todo con dinero de Fonacide. La escuela está hermosa, pero la fundación no aportó absolutamente nada”, significó.
El intendente insistió en que quienes pretenden quedarse con las tierras que perteneciera a Francis Perier puede ser calificada como una “organización con fines de lucro camuflada de supuesta fundación. Está legalmente constituida en documentos, pero en la práctica es otra cosa”, acotó.
Maniobras judiciales
Ernesto Bertinat, un productor de nacionalidad uruguaya; Ildefonso Horita, vinculado a la firma Agrosato SA, y el concejal municipal colorado de Santa Rosa del Monday Melanio Morínigo aparecen como cabecillas de la fundación que pretende quedarse con las 1.800 hectáreas de tierra, de las cuales, 1.400 hectáreas están mecanizadas.
La propiedad pertenecía a Francis Perier, un inversor francés que llegó a Paraguay en 1972 y se afincó en la zona. En el 2011, tras su fallecimiento, sus hijos reclamaron la propiedad y comenzó una disputa con la fundación.
Al menos dos juicios están en proceso; uno de ellos por nulidad y fraude; otro por reducción, ambos impulsados por los Perier en contra de la agrupación.
Sin embargo, en los dos casos los herederos fueron perjudicados por llamativas medidas judiciales. En el primer caso, el juez de Hernandarias Aníbal David Duarte, mediante una dudosa maniobra, entregó a Bertinat la suma de 281.000 dólares que estaba depositada en una cuenta judicial.
En la segunda, el juez de Santa Rita Rafael Jacobo ignoró una medida de no innovar emitida contra la fundación por su colega Mario Aguayo, y autorizó el secuestro de soja hasta cubrir el monto de 825.000 dólares a favor de la fundación. La producción pertenece a Honorio Guntzel, inquilino de los Perier.
nespinola@abc.com.py