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SANTA ROSA DEL AGUARAY, Dpto. de San Pedro (Mariano Godoy y Omar Acosta, corresponsales). La pobreza está a la vista en el lugar, situado en el distrito de Santa Rosa del Aguaray, Dpto. de San Pedro, que está lejos de ser “un asentamiento modelo”. Su método de administración es único en el país, lo que lo convierte en un estado dentro del Estado o zona liberada.
El asentamiento Tava Guaraní, situado a 75 kilómetros del casco urbano de este distrito, fue creado en el año 1992 en una extensión de 5.300 hectáreas. Inicialmente fue ocupado por más de 300 familias y es manejado por Elvio Benítez y sus hermanos: Ernesto y Diosnel.
La cantidad de habitantes disminuyó por la falta de desarrollo y muchos no estaban de acuerdo con el manejo del asentamiento, a tal punto que en el año 1995 solo quedaron cuatro familias en el asentamiento, según explicó Diosnel Benítez. Después consiguieron repoblar y actualmente unas 120 familias componen el asentamiento.
Lejos de ser un asentamiento ejemplar, en el lugar predomina la pobreza y pese a haber sido beneficiados con millonarios aportes del Estado, en el lugar solo se observan casas y chacras abandonadas, tractores agrícolas sobre tacos y viviendas casi en ruinas.
Según Diosnel Benítez, los gobiernos de turno anunciaron entrega de millonarios aportes, pero normalmente se desembolsa el 30%, por lo que no pueden optimizar el uso de recursos.
Admitió que muchos abandonaron el asentamiento por no compartir el sistema de manejo. Además, responsabilizó a los sucesivos gobiernos de la falta de desarrollo debido a la ausencia de apoyo.
Un estado dentro del Estado
En el asentamiento Tava Guaraní se crea una especie de estado dentro del Estado, que es regido por el presidente y tres secretarios (ministros). El presidente es elegido en asamblea y actualmente el cargo es ocupado por Ercilio Ávalos.
El presidente del asentamiento cuenta con apoyo de diferentes secretarios que dentro del asentamiento ejercen el rango de “ministro”. En ese sentido, Elvio Benítez es secretario de relaciones; su hermano Ernesto, de educación, y Diosnel es secretario de salud. El presidente y los responsables de cada secretaría se reúnen los lunes a la noche para estudiar, recomendar el rubro a ser cultivado, dónde y cuándo se debe comercializar lo cosechado. También aprueba las solicitudes de ingreso de nuevos habitantes en el asentamiento.
Todo se planifica en la reunión y además se estudian los problemas internos del asentamiento. “Si hay casos de robo menor tratamos de resolver, a algunos (habitantes) incluso se les expulsa del asentamiento y si escapa de nuestro control avisamos a la Policía (Nacional)”, dijo Diosnel Benítez. El dirigente agregó que cada interesado en vivir en el lugar debe aceptar las reglas de administración del asentamiento.