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Numerosos son los políticos colorados que ocupan cargos en los consulados de Paraguay en el servicio exterior, en contravención de las normas nacionales e internacionales.
Sin embargo, pese a las críticas, el presidente Mario Abdo Benítez sigue premiando en la actual administración a sus aliados políticos con cargos en consulados, nombramientos que violan las normativas (ver infografía). Este tipo de designaciones con criterios partidarios conspiran con la calidad del servicio exterior paraguayo y además frustran la carrera de los diplomáticos profesionales.
Veamos el caso del seccionalero abdista de Carapeguá, Héctor Figueredo Notario, nombrado el 27 de diciembre último cónsul general en Buenos Aires, cuando admitió que desconocía qué función iba a cumplir en su nuevo cargo.
Inclusive, dijo que esperaba otro puesto público.
El 5 de diciembre pasado, por decreto N° 817, el político Jorge Coscia Saccarello, considerado amigo de la senadora colorada independiente Lilian Samaniego, fue elevado a la categoría de cónsul general en Foz de Yguazú.
Las hijas
Abdo Benítez designó a través del decreto N° 1.214 a Leila Afara Argüello, hija del actual senador Juan Afara (ANR, Añetete), oficial en el Consulado en Miami.
Carolina D’Ecclesiis Ferreira, hija del diputado Freddy D’Ecclesiis (ANR, Añetete), fue nombrada oficial en el consulado en Río de Janeiro.
Belinda Noelia Gómez Cattebeke, fue nombrada cónsul en la ciudad de Clorinda (Argentina). Belinda es hija del exsenador colorado oviedista Octavio Gómez.
¿Qué dice la ley?
El artículo 42 de la Ley 1335/99, del Servicio Diplomático y Consular, señala que “la función consular está reservada a los funcionarios de carrera”.
A esto se agrega que la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares (1963) refiere que “los funcionarios consulares son de dos clases: funcionarios de carrera y funcionarios honorarios”.