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Osorio se puso a disposición con su abogado, según dijo, para ayudar a aclarar el escándalo desatado después de que el ministro del Interior, Francisco De Vargas, presentara una denuncia ante el Ministerio Público por un perjuicio estimado de G. 1.159.242.441 en la Policía.
El desfalco fue consumado a través de 186 tarjetas magnéticas activadas supuestamente de manera irregular con líneas de crédito para la carga de combustibles, pero que eran usadas principalmente para retirar dinero en efectivo de las estaciones de servicio controladas por Petropar.
“Yo le entregué las tarjetas”
El suboficial señaló que, efectivamente, fue él quien pidió la activación de gran parte de esas tarjetas, pero por orden de su jefe, el comisario Mendoza, dijo.
Incluso, añadió que él mismo las mandó retirar y que se las entregó a Mendoza.
“Yo activé las tarjetas, porque formaba parte de mi trabajo y como siempre lo hacía por orden de mi jefe. Pero después de retirarlas se las entregué a él, para que el comisario Mendoza las administrara. De ahí en más, yo ya no soy responsable de a quién le da o quién usa esas tarjetas, ni mucho menos puedo saber si con ellas se retira dinero o se carga combustible”, alegó el uniformado.
Osorio, quien fue incluido en un sumario interno, fue acusado de haber adulterado documentos para activar las tarjetas y también de efectivizarlas.
Sin embargo, el agente indicó que, efectivamente, él firmaba sobre el nombre de su jefe, porque era una maniobra que siempre se hacía con conocimiento de Mendoza y para agilizar los trámites.
Petropar tiene que aclarar, afirma
El suboficial mayor aseguró estar tranquilo y dijo que Petropar es la entidad que deberá aclarar quiénes y cuándo retiraron el dinero de las tarjetas, en vez de cargar combustible a los vehículos de la Policía.
“Es sencillo. Petropar debe tener todo el registro de quiénes y en qué estaciones de servicios se hicieron las transacciones. Ahí se va a demostrar quiénes son los verdaderos responsables”, sostuvo Osorio en su descargo.