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Zarratea señaló que la obligación de un expresidente a ser senador vitalicio fue instalada para que los mandatarios se queden en el país por su experiencia estatal. “Ellos son patrimonio del Estado”, afirmó.
Agregó que incluso se le concede al senador vitalicio un sueldo o dieta para que no termine en la miseria, como ocurrió en otros casos a inicios del siglo XX.
Recalcó que los exmandatarios como senadores vitalicios no deben tener voto porque lo que se busca es su experiencia y neutralidad.