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El proyecto presentado por el senador Ríos dispone prohibir la tala masiva de árboles en el área comprendida entre el paralelo 22 y el meridiano 60 y reserva de la biósfera del Chaco paraguayo. En términos prácticos significa frenar la deforestación en todo el departamento de Alto Paraguay.
En conferencia de prensa, Ríos aseguro que no se pretende prohibir la producción, sino “el crimen de la deforestación en el Chaco paraguayo”.
Se plantea la creación de un consejo supervisor integrado por el Ministerio del Ambiente y representantes de las Comisiones de Medio Ambiente y Recursos Naturales del Congreso, además de referentes de universidades públicas.
El objetivo es que este consejo supervisor haga un trabajo de evaluación permanente de los procesos de producción en esa zona y que así se garantice el manejo sustentable de esos procesos.
Señaló que cuando era diputado presentó sin éxito dos proyectos con el mismo objetivo. Enfatizó que esta vez esperaba el respaldo de sus colegas para “parar este crimen público que estamos viviendo ahora”.
Aclaró que no se centrará en los tipos penales ni en la parte penal, pues esas cuestiones “están establecidas en otra ley” y este proyecto se limitará a “proteger los bosques y hacer algo para que superemos esta situación”, refirió.
Ríos advirtió que hoy “el Paraguay es un horno, y no es por maldición del cielo, sino por los procesos de deforestación y atropello al ambiente que estamos viviendo en el Chaco paraguayo”, lamentó.
Criticó fuertemente la complicidad de las instituciones, y sostuvo que “los que deforestan son los que manejaban la entonces Secretaría del Ambiente (Seam). “Personas que eran funcionarias de la Seam hoy son asesores, voceros y propagandistas de los que están deforestando. Esta ‘puerta giratoria’ hace rato funciona en Paraguay”, señaló.