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Señaló además que, en el acto político en cuestión, no estuvieron solamente maestros sino profesionales de distintas áreas, todos ellos dirigentes del movimiento Honor Colorado.
Admitió que había “un grupo de docentes”. Sobre el hecho de que haya hablado de “mis supervisores”, como si fueran de su propiedad, Alfonso sostuvo que se trató de una “expresión coloquial” con gente que él conocía.
Según el legislador, los periodistas descontextualizaron las expresiones de Riera porque el ministro se dirigió a los docentes que se encontraban en el lugar y no a todos los docentes del país.
Consideró que “no hubo nada malo ni incorrecto en absoluto” porque fue lo que cualquier dirigente, en cualquier encuentro político partidario, expresa para dirigirse a gente a la que conoce. Insistió en que se trató de “un encuentro dirigencial partidario”.