Sembraban el pánico apresando periodistas

Stroessner trataba de sembrar el terror en los periodistas y de desmoralizarlos con sus apresamientos selectivos. El arresto del director fue el segundo en nueve meses. En julio de 1983 fue a parar a Tacumbú por negarse a proporcionar el nombre de otro periodista que irritó el humor del dictador con una entrevista no firmada a la abogada Sarah Riva de Vasconsellos.

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Ante la presión internacional, Montanaro, con el cinismo que le caracterizaba, ensayaba ante la prensa extranjera que el Gobierno solo castigaba “la mala orientación de la prensa”.

El periódico fue calumniado, hostigado, perseguido y posteriormente clausurado hasta la caída de la dictadura.

El mismo sistema de mordaza fue aplicado con el retorno de los stronistas gracias al régimen de facto de Luis González Macchi en 1999.

Los excolaboradores habían regresado para tomarse venganza contra los políticos y militares responsables de la caída del dictador. El retorno de los gorilas dejó un tendal de presos, torturados y muertos. Ni un solo caso fue dilucidado en el ámbito de la justicia hasta la fecha.

“Reducir a escombros...”

La audición La Voz del Coloradismo, dirigida por Alejandro Cáceres Almada amenazó a fines de 1983 con “reducir a escombros” con sus “batallones de asalto” el edificio del diario.

“Si el pasquín opositor sigue en esta prédica, también nosotros tenemos el derecho de agitar al pueblo colorado contra ABC. El diariote será reducido a escombros por la fuerza de nuestros batallones de asalto”, advertía el portavoz stronista.

Este tenía entre sus colaboradores a Ramón Centurión Núñez, Óscar Arza Maldonado, Gil González, José D. Paredes, Sergio Enrique Dacak, Facundo Recalde, entre otros.

Una campaña radial a través de La Voz del Coloradismo, acompañada siempre por el diario oficialista Patria, de circulación obligatoria, comandado por Ezequiel González Alsina, desembocaba habitualmente en la detención de periodistas o en ataques contra los camiones distribuidores del diario o la restricción a la importación de papel, una práctica emulada hoy, en pleno siglo XXI por el Gobierno de la Argentina Cristina Fernández de Kirchner contra el diario Clarín y el diario La Nación y el venezolano Nicolás Maduro contra los diarios El Nacional y El Universal.

Les molestaba la publicación de hechos de corrupción

La gavilla de inmorales que rodeaban al dictador se molestaba por la ventilación de hechos de alevosa corrupción que cometían sin ningún pudor.

“Si ellos (por los periodistas) quieren seguir denunciando irregularidades que solo existen en sus enloquecidas y afiebradas mentes, allá ellos (...) Nos encontrarán en nuestros batallones prestos para reducir a escombros a los subversivos, hasta pulverizarlos, hacerlos ceniza y sepultarlos en las catacumbas de los endemoniados enemigos de la paraguayidad. Mucho cuidado zurdos del diariote...”, injuriaba Cáceres Almada (ya fallecido).

El apresamiento fue moneda corriente desde la misma creación de ABC, el 7 de agosto de 1967. El primero en ir a la cárcel fue uno de sus primeros jefes de Redacción, Roberto Thompson, por la publicación de un chiste sobre los militares y la Guerra del Chaco. Fue confinado al Chaco el 11 de noviembre de 1968.

El 7 de junio de 1972 fue detenido Francisco Talavera, jefe interino. Fue acusado como responsable de la publicación de una serie de crónicas de denuncia social.

Adulones celebraban el cierre

Los adulones del dictador celebraron el cierre de ABC.

El diario Hoy, del que fuera yerno de Stroessner, Humberto Domínguez, expresaba en su principal titular de tapa: “No acallaron una prensa, sino una mala conducción de la verdad informativa”.

“Los macheteros de la paz os aplauden, os apoyan y os dicen: a la orden mi general”, firmaba Pastor Coronel, a la sazón jefe de Investigaciones.

Figuraban más abajo Miguel Ángel López Jiménez, Esteban Medina, Vicente Carrillo, Iván Evreinoff, Alfredo Salinas y Luis A. Romero.

“Solidaridad con su patriótica decisión mi general”, firmaban Arnildo Meza Páez, Heriberto Lezcano, Cecilio Jara, Juan Ríos, Abilio Ortega y Efrén Guerrero.

“Le hacemos llegar nuestra solidaridad y total respaldo por la saludable medida sobre ABC Color, que reafirma el respeto que se merece y a la dignidad de nuestro pueblo, evitando la circulación de un elemento disociante y provocador”, firmaban J. Eugenio Jacquet, Juan Roque Galeano y Juan Alberto Llanes.

“En nombre de las 800 familias que componemos las Industrias Frigoríficas Pampa S.A., Jabones Inca y Cocotera San Roque S.A., seguros de que la oportuna medida tomada en contra del diario ABC Color dará continuidad a la paz y tranquilidad que gozamos en este maravilloso país”, firmaban Eugenio Méndez Cuevas, Raúl Doutreleau y Agustín Martínez F.

ABC “venía sembrando ideas perjudiciales para la paz, la convivencia y la democracia como órgano de prensa al servicio de la subversión y designios desestabilizadores de evidente inspiración totalitaria y antiparaguaya”, firmaban Juan Eudes Pereira y Guillermo Aponte.

holazar@abc.com.py

(Continuará...)

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