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Gumercindo Aguilar mencionó una segunda reunión en casa de Nara (el empresario de frontera al que le involucraron también gratuitamente) a comienzos de enero, con las mismas personas, "más otra gente de Asunción que él no conoce, un supuesto comisario, un supuesto militar. El comisario habría transmitido saludos del comandante de la Policía Niño Trinidad Ruiz Díaz, quien va a brindar todo el apoyo... Pappalardo entregó dinero (dólares) a Nara y a Tulú, quienes además dijeron necesitar tres o cuatro vehículos para la operación...".
El general (SR) Evelio Benítez testificó que en conocimiento de los planes golpistas de Lino Oviedo, un grupo de jefes institucionalistas en situación de retiro contactó con jefes y oficiales en servicio activo de la Fuerza Aérea, la Armada, la Artillería, y en menor grado la Infantería, para defender la institucionalidad en caso de golpe. El plan de garantizar la defensa de la Constitución incluía refugiarlo al Dr. Argaña en la División de Artillería de Paraguarí...
Nara dijo entonces: "Vamos a alzar el precio. Vamos a tener que pedirte un diez millones de dólares, porque es una cabeza muy fuerte ya. Esto cualquiera no te va a hacer... Después llegó allí, a comer, un diputado de apellido Elizeche...".
El sindicalista Celso B. Ozuna Riveros "aportó copia de los contratos firmados antes del magnicidio por el intendente de Ciudad del Este Juan Carlos Barreto, de altos montos, con Walter Alfredo Gamarra Leguizamón, Valerio Martínez, Gregorio Villalba, Juan Benigno Vázquez, José Francisco Appleyard y Miguela Núñez de Chávez...".
El sindicalista Virgilio Gauto, quien dijo que los oviedistas construyeron un búnker bajo tierra y testificó que unos 200 de ellos estaban siendo instruidos como soldados en Hernandarias, involucra como responsable al general Díaz Delmás.
El "informante" Alberto Casco Marín dijo que Coco Villar le contó que fue contratado por el senador Octavio Gómez para asesinar a Argaña. Le prometió como pago liberar a su padre -preso en Tacumbú- y una estancia. "Octavio Gómez fue a verlo a Villar a casa de su madre, en una Nissan Patrol Verde, acompañado del guardaespaldas de Oviedo, Máximo Osorio...".
El ministro José Alberto Planás "testimonió que dos o tres semanas antes del atentado supo a través de un comisario Escobar, del Servicio de Inteligencia, que Conrado Pappalardo y Lino Oviedo, acompañados de un alto funcionario policial, se reunieron en la casa del gobernador Paniagua (de Pedro Juan Caballero) con un hijo de Fadh Yamil y que allí habían contratado la muerte de Argaña. Fadh Yamil ofreció los servicios de un señor Nara (...). Días después también el Gral. Evelio Benítez le dio idéntica información...".
El ministro Walter Bower testificó que unas semanas antes del atentado, en la sesión del 11 de marzo, el diputado Carmelo Benítez le amenazó a él "y a mucha gente del Frente Democrático (...). Diputados de la bancada de Unace directamente dijeron que iban a asesinarnos...". Citó como autores de esas amenazas a los diputados Carmelo Benítez, Myriam Alfonso, Benjamín Maciel Pasotti y Mario Benítez Escobar...
El concejal de San Alberto Claudio Cabañas Franco acusó al intendente de San Alberto Romildo Antonio de Souza, el diputado Zacarías Irún, el diputado Talavera, Appleyard y Johnny Velázquez Ugarte y el presidente de la seccional de San Alberto Justo Bareiro, los concejales Isabelino Cosme y Silvei Da Silva y Ma. Auxiliadora Rivas de haber enviado a Asunción dos camionadas con maderas puntiagudas, "tengo pruebas de esto, tengo testigos..."
El periodista de radio Cardinal Víctor Vázquez dijo que "Richard Gómez, que hacía de chofer de Miguel Corrales, en la sesión del 17 de marzo, logró introducir a Bernardino Cano Radil al recinto de la Cámara. Después de eso le comentó a Vázquez que el conflicto terminaría pronto, ya que ellos iban a copar todas las seccionales del país y (...) expulsar a todos estos argañistas...".
El diputado Angel R. Barchini "relató haber sido él mismo objeto de amenazas personales por parte de los diputados Miguel Corrales y Carmelo Benítez. "Implantaron un clima de terror" en la Cámara Baja (...). Estaban en conocimiento del plan de asesinar a Luis María Argaña varias personas: Oviedo, el ex ministro Rubén Arias Mendoza y Niño Trinidad Ruiz Díaz (...), los senadores Enrique González Quintana y Víctor Galeano Perrone, los diputados Conrado Pappalardo y Carlos Maggi, quienes incluso habrían participado en la organización del magnicidio...".
El senador Juan Carlos Galaverna: "Yo no tengo ninguna duda por las evidencias públicas y por las informaciones que recogíamos de diferentes fuentes, de que el magnicidio fue decidido por Conrado Pappalardo Saldívar, Lino Oviedo, el okey presto y decidido de Raúl Cubas Grau y de que el Sr. Acero Zuccolillo estaba en el enjuague...".