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La persona tomada y mantenida en cautiverio por seis horas fue María Victoria Villalba de Rothkegel (65). Es esposa de Edgardo Rothkegel Ortúzar, de nacionalidad chilena. Fue plagiada cerca de las 11:00 en la calle Teniente Juan Benítez esquina Guaraníes del barrio Nazareth de la capital, cuando se dirigía a su domicilio, ubicado cerca de aquel lugar, al mando de su camioneta de la marca Rexton de color negro.
Manifestó a la policía que en el camino fue interceptada por tres mujeres, de mediana edad, quienes bajo amenaza de cuchillo le obligaron a bajar del rodado y abordar una camioneta cuyas demás características no pudo identificar. Declaró que dos de las captoras hablaban con acento portugués, lo que hace presumir que se trataría de brasileñas.
Una vez dentro del vehículo, las secuestradoras le preguntaron su nombre y cuando les reveló su identidad reaccionaron ofuscadas y dijeron entre sí que se equivocaron de víctima, expresó a los agentes.
“Ella manifestó que no actuaron con violencia. Luego le dieron algo y se quedó dormida”, explicó el jefe de la Policía Metropolitana, comisario principal Tomás Cristaldo, quien se constituyó en el domicilio de la víctima.
Contacto telefónico
Fuentes policiales informaron anoche que el primer contacto se estableció 44 minutos después de consumarse el rapto, cuando las secuestradoras permitieron que la víctima hablara con su marido a través de su teléfono celular y le pusiera al tanto de la situación.
“Conforme con los datos proveidos por los familiares, a las 11:44 aproximadamente, el marido recibió una llamada en su celular de parte de la secuestrada y le avisó que fue raptada. También le dijo que dejó la camioneta en las inmediaciones de la casa y que no avise a la prensa ni a la Policía”, refirió el subcomisario Jorge Olmedo, del Departamento Antisecuestro de Personas de la Policía Nacional.
Según las fuentes investigativas, como no era la persona a quien tenían planeado raptar, la liberaron cerca de las 17:00 en las inmediaciones de la Terminal de Ómnibus de Asunción. Antes le dijeron que tenía que abordar un bus que le acercara a su casa y luego contactara con sus familiares.
La mujer obedeció y subió a un ómnibus que le llevó hasta las cercanías de la sede del Tribunal Superior de Justicia Electoral (TSJE). Cuando bajó caminó unas cuadras y luego se comunicó con su hijo Erich Eduardo Rothkegel Villalba (31) para avisarle dónde estaba, según la Policía.
El joven abordó su automóvil y fue a buscarla a la dirección donde le indicó. Al localizarla ella subió al rodado y fueron hasta su domicilio, donde le aguardaban sus demás parientes.
Real objetivo
Las fuentes investigativas confirmaron después que el verdadero objetivo de las secuestradoras no era María Victoria Villalba, sino su hermana Gloria Villalba. Esta última es esposa del empresario Jorge Nasta, gerente de ventas de “Lincoln SA.”
Dada la equivocación, las captoras recibieron instrucciones por teléfono de abortar el plagio y liberar a la mujer en una zona estratégica desde donde pudiera trasladarse hasta su casa.