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Según datos, los integrantes del grupo criminal autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) que atacaron el lunes último la hacienda de 9.600 hectáreas, ubicada en Santa Rosa del Aguaray, San Pedro, son Esteban Marín López, Rubén Darío López Fernández, alias Loro, su esposa Ladi Siqueira Krauze, los hermanos Benicio Argüello y Luciano Argüello, además de Samuel Silva.
Varios de los mencionados fueron los que secuestraron al menonita Bernhard Blatz el 1 de septiembre del año pasado, a 25 km en línea recta de su domicilio, ubicado en la colonia Río Verde, al ser interceptado a balazos cuando conducía una camioneta, y su padre, una maquinaria agrícola. El rapto del 2017 y del ataque del lunes pasado se produjeron en lugares no muy distantes entre sí.
Las informaciones que se manejan es que los criminales querían secuestrar al brasileño Celso de Campos, pero terminaron asesinando al hermano, Valdir de Campos (54). Los secuestradores permanecieron cerca de ocho horas en la zona donde unos trabajadores estaban realizando sus tareas.
Deforestación
El nulo control de las instituciones encargadas de preservar el medioambiente al norte del departamento de San Pedro propician la deforestación de hectáreas de monte. Si esta situación continúa podrían registrarse más ataques del EPP en la zona, según lo que se maneja.
Por otra parte, siguen las incursiones de los miembros del Comando de Defensa Interna (Codi) en los alrededores del sitio donde la banda criminal asesinó al brasileño. En el ataque en la estancia “El Ciervo”, donde además de matar de 11 tiros a Valdir de Campos, quemaron tractores y camiones, se puso en evidencia la gran cantidad de madera que están extrayendo del establecimiento. Según datos, en la propiedad desde hace años existe esta práctica ante la inacción de la Fiscalía y el Instituto Forestal Nacional (Infona).
La supuesta complicidad de funcionarios públicos a cambio de coimas, además de permitir la deforestación, expone a los que están trabajando en los desmontes. Los informes recabados en la zona indican que unos siete grupos de trabajo estaban instalados en la hacienda. Ayer se habría retirado una gran cantidad de personas, máquinas y camiones que estaban tumbando árboles. Al principio muchos jornaleros dijeron que se quedarían, pero sus patrones decidieron no exponerlos.