Se presume que hay adulteración

La sospecha que se tiene es que la cantidad de armas y municiones de guerra adjudicadas por la Corte Suprema habrían sido adulteradas. Es decir que si la máxima instancia compró 250 municiones calibre 5.56 x 45 mm, se habría autorizado la importación del doble, triple o cuádruple de lo adjudicado.

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Si es así, según las fuentes, estarían comprometidas las autoridades de Dimabel, que es la institución encargada de autorizar la importación de armas y municiones de guerra, no solo para la Corte, sino para otras instituciones.

Comtecpar es la empresa proveedora exclusiva para varias dependencias del Estado. Entre ellas, la que más recibe es el Ejército. De ahí que la comercialización de municiones de la Corte sería una pequeña muestra.

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