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VILLARRICA (Pablo Gastón Ortiz, corresponsal). El presidente Horacio Cartes anunció el lunes 11 de agosto en esta ciudad que el Estado asumirá casi toda la suma adeudada por la Azucarera Iturbe SA a cañicultores, transportistas y trabajadores del ingenio. La deuda asciende a más de 17.800 millones de guaraníes y todos los contribuyentes paraguayos se harán cargo de G. 15.000 millones.
La decisión, sin duda, genera gran expectativa y debe ser aún aprobada por el Congreso nacional.
La idea planteada por el presidente Horacio Cartes consiste en absorber unos G. 15.000 millones de la deuda y luego buscar los mecanismos para que el Estado recupere ese dinero. Sin embargo, esta salida beneficia directamente a los actuales directivos, quienes pronto se desentenderán de la fábrica, ya que la administración de la empresa pasará a manos de los acreedores mediante un fideicomiso.
Son cuatro los miembros de la mesa directiva de la azucarera: Sara Estela Friedmann Vda. de Codas, sus hijos Roberto Abelardo Codas Friedmann y Emma Elena Codas de Campos; y el esposo de esta última, Fernando Campos Riera.
Como accionistas mayoritarios aparecen los hermanos Roberto y Gustavo Codas, quienes logran el control de la comisión directiva, siendo el presidente de la empresa Roberto. Gustavo fue director general paraguayo de la Itaipú durante el gobierno de Fernando Lugo.
La tía de ambos, Rebeca Friedmann, también es una de las principales accionistas de la azucarera, pero no forma parte del grupo liderado por sus sobrinos.
La debacle
Los cañicultores de Iturbe relatan que Fernando Campos llegó a la fábrica en la década del 80 tras casarse con la hija de Sara Friedmann. Años después, la situación del ingenio empezó a decaer por la mala administración de Campos que era apañada por sus familiares. Augusto Saldívar, presidente de una de las principales asociaciones de cañicultores de la zona, indicó que prácticamente todos los años los productores tenían que organizar manifestaciones para poder cobrar por la materia prima que era entregada a la fábrica.
La azucarera adeuda a los cañicultores, transportistas y a los mismos obreros de la fábrica más de G. 17.843 millones en concepto de la materia prima acopiada durante los últimos meses del 2013, servicios de flete y salarios atrasados.
Igualmente, adeuda a la Secretaría de Estado de Tributación (SET) G. 24.000 millones, G. 3.000 millones a la Administración Nacional de Energía (ANDE) y otros G 18.000 millones al Instituto de Previsión Social (IPS).
A finales del mes de diciembre pasado, la azucarera pidió la convocatoria de acreedores y trascendió que la deuda total alcanza unos US$ 80 millones, incluyendo a bancos, financieras y a clientes del extranjero que realizaron adelantos de pago por azúcar y no recibieron.
Finalmente, se sorteó la quiebra de la empresa gracias a un fideicomiso que se hará efectivo en setiembre próximo. Los acreedores designaron un nuevo administrador y Fernando Campos y el resto de la mesa directiva darán un paso al costado, en tanto que la fábrica estará en garantía para poder ponerla a funcionar, ya que está paralizada desde 2013.
Creación del ingenio
La fábrica fue adquirida en el año 1917 por Egon Friedmann, un inmigrante húngaro que llegó al país en compañía de su padre, Jacobo, fundador de la Azucarera Friedmann de Villarrica.
El yerno de Egon, Abelardo Codas, casado con su hija Sara Friedmann, fue quien se dedicó de lleno a la azucarera. Los cañicultores de Iturbe recuerdan que en aquellos años, la fábrica trabajaba normalmente y no existían los constantes retrasos de pagos que se hicieron comunes desde hace unos 20 años atrás.
Finalmente, Fernando Campos logró posicionarse al frente de la azucarera al casarse con Emma Codas Friedmann, una de las hijas de Abelardo y Sara.
Ninguno de los actuales directivos residen en Iturbe o en Villarrica, sino en la capital del país.