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Trento dijo que ni la política ni la economía cambian al mundo, sino el abrazo a la vida que llevó Jesús.
“¿Qué sería del mundo sin la Iglesia? ¿Qué sería del Paraguay sin las congregaciones religiosas?”, se preguntó el sacerdote.
Aprovechó también la presencia de periodistas en el acto realizado en Mburuvicha Róga y pidió que la prensa deje de publicar “chancherías” y que se dedique a divulgar más las buenas obras de la Iglesia Católica.
Por unanimidad, el Congreso nacional sancionó la ley que otorga la ciudadanía honoraria paraguaya a Trento, quien se afincó en nuestro país en 1989, tras la caída del dictador Gral. Alfredo Stroessner. El religioso dirige la Fundación San Rafael, donde se asiste a un centenar de enfermos, ancianos y niños abandonados. La parroquia del mismo nombre también está a su cargo.
La iniciativa legislativa fue presentada por el senador Orlando Fiorotto (ANR), quien no estuvo en la ceremonia de ayer.
El presidente Federico Franco dijo que le hubiese gustado que el acto de la víspera fuese en el Congreso.