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La Agencia Central de Inteligencia (CIA) estadounidense hizo públicos hace dos días unos 930.000 documentos previamente clasificados, entre los cuales figura un reporte escrito en 1985 en que la CIA analiza la situación política en Paraguay y la eventualidad de una salida del poder del dictador Alfredo Stroessner. El reporte señala que “no se espera que Stroessner abandone el poder pronto”, pero que las divisiones políticas internas en la ANR eran cada vez más grandes, por lo que se hizo un análisis sobre quién sería el candidato con más posibilidades para suceder al dictador.
Según el juicio de la CIA, entre los posibles sucesores figuraban Luis María Argaña, los por entonces líderes colorados Édgar Ynsfrán y Juan Manuel Frutos, el entonces ministro de Defensa Gaspar Martínez y el militar Gerardo Johanssen.
De estos candidatos, señala el informe, Argaña era considerado por la CIA como el candidato más aventajado. “Argaña es experimentado, firme y capaz, y goza de amplio apoyo entre los oficiales militares de mayor rango”, reza el informe, que además señala que el político había trabajado para limpiar la imagen del Poder Judicial y tenía una reputación de honestidad que “podría no ser merecida”.
“Si Stroessner deja la presidencia en los próximos años, creemos que la sucesión será moldeada por un proceso de negociación entre los militares y líderes del Partido Colorado”, predice el texto. “Los procedimientos constitucionales para designar a un sucesor probablemente serían manipulados por los militares y los colorados poderosos detrás de escena. Este proceso, en nuestra opinión, resultará en la elección de alguien quien, como Argaña, goza de cierta aceptación dentro del Partido Colorado y las Fuerzas Armadas”. “A nuestro juicio, un gobierno al mando de uno de los líderes colorados tradicionalistas (…) se inclinaría hacia un sistema político más abierto (…). No creemos que un líder tradicionalista vaya a establecer una democracia total multipartidista”, añade el texto, citando los antecedentes de violencia e inestabilidad en las décadas de los años 40 y 50 como un factor influyente en esa postura. El informe también reconoció la posibilidad de una toma directa de poder por parte del consuegro (Gral. Andrés Rodríguez) del dictador, como ocurrió finalmente en febrero de 1989.