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La Asociación de Campesinos San Isidro del Jejuí, de Lima, San Pedro, conmemorará los 35 años de la expulsión de sus tierras de unas 230 hectáreas, a antiguos pobladores de la colonia Yvypé, por obras de la dictadura de Alfredo Stroessner, el 8 de febrero de 1975.
La asamblea comunitaria de recordación se llevará a cabo mañana, desde las 10 horas, en la comunidad, ubicada en el kilómetro 299 de la Ruta III "Gral. Elizardo Aquino".
La Asociación Campesina San Isidro del Jejuí, integrada por miembros de las Ligas Agrarias Cristianas, el 15 de mayo de 2009, después de 34 años de exigir la restitución de las 230 hectáreas de tierras, logró que la Corte Suprema de Justicia ordenara la devolución. El fallo judicial motivó un histórico festejo por los antiguos pobladores.
Durante una visita a nuestra redacción, Gregorio Gómez, miembro de la Asociación Campesina San Isidro del Jejuí, que integró las Ligas Agrarias Cristianas, anunció que la asamblea del lunes servirá para reclamar una vez más al Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial del Segundo Turno, a cargo de Silvino Delvalle, que resuelva la ejecución de la sentencia definitiva que declara la nulidad de títulos y obligación de hacer escritura pública, sobre las tierras que ocupan los campesinos. También solicitarán al Indert arbitrar los mecanismos administrativos para otorgar los títulos de los lotes fiscales que se encuentran fuera de discusión a favor de la organización.
Durante la asamblea pedirán que el juez Delvalle ordene el desalojo de los esposos Rivarola-Velilla, ocupantes actuales de las tierras del asentamiento.
Asimismo, indican que los campesinos están preparados para iniciar de inmediato la ocupación de sus tierras recuperadas por los medios legales.
Unas 34 familias se instalaron en la década del 60 en las 230 hectáreas adquiridas por las Ligas Agrarias para la formación de un modelo comunitario y solidario de comunidad rural. Sin embargo, fueron atacadas por ser consideradas comunistas por el gobierno del dictador Stroessner y en la madrugada del 8 de febrero de 1975 fueron víctimas de un violento despojo, ejecutado bajo la dirección del Tte. Cnel. José Félix Grau y el tristemente célebre garrotero stronista Pastor Coronel.
Luego del despojo, las tierras pasaron a propiedad de la familia Matiauda y tras la caída de Stroessner al ganadero Pablo Velilla.
La asamblea comunitaria de recordación se llevará a cabo mañana, desde las 10 horas, en la comunidad, ubicada en el kilómetro 299 de la Ruta III "Gral. Elizardo Aquino".
La Asociación Campesina San Isidro del Jejuí, integrada por miembros de las Ligas Agrarias Cristianas, el 15 de mayo de 2009, después de 34 años de exigir la restitución de las 230 hectáreas de tierras, logró que la Corte Suprema de Justicia ordenara la devolución. El fallo judicial motivó un histórico festejo por los antiguos pobladores.
Durante una visita a nuestra redacción, Gregorio Gómez, miembro de la Asociación Campesina San Isidro del Jejuí, que integró las Ligas Agrarias Cristianas, anunció que la asamblea del lunes servirá para reclamar una vez más al Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial del Segundo Turno, a cargo de Silvino Delvalle, que resuelva la ejecución de la sentencia definitiva que declara la nulidad de títulos y obligación de hacer escritura pública, sobre las tierras que ocupan los campesinos. También solicitarán al Indert arbitrar los mecanismos administrativos para otorgar los títulos de los lotes fiscales que se encuentran fuera de discusión a favor de la organización.
Durante la asamblea pedirán que el juez Delvalle ordene el desalojo de los esposos Rivarola-Velilla, ocupantes actuales de las tierras del asentamiento.
Asimismo, indican que los campesinos están preparados para iniciar de inmediato la ocupación de sus tierras recuperadas por los medios legales.
Unas 34 familias se instalaron en la década del 60 en las 230 hectáreas adquiridas por las Ligas Agrarias para la formación de un modelo comunitario y solidario de comunidad rural. Sin embargo, fueron atacadas por ser consideradas comunistas por el gobierno del dictador Stroessner y en la madrugada del 8 de febrero de 1975 fueron víctimas de un violento despojo, ejecutado bajo la dirección del Tte. Cnel. José Félix Grau y el tristemente célebre garrotero stronista Pastor Coronel.
Luego del despojo, las tierras pasaron a propiedad de la familia Matiauda y tras la caída de Stroessner al ganadero Pablo Velilla.