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Representantes de la Asociación Nuevo Amanecer señalaron que Osvaldo Rigoberto Ortiz López, abogado vinculado a la empresa que fue beneficiada con la explotación minera usurpada con aprietes y amenazas a inversores norteamericanos, ya no posee vínculo alguno con la organización y lo calificaron como “abogado inoperante”.
Por otra parte, aseguraron que ellos no fueron quienes malversaron fondos públicos que recibieron para obras.
A finales de 2016, la Senavitat entregó G. 1.100 millones a la Asociación Nuevo Amanecer para la construcción de 43 viviendas en Yuty, departamento de Caazapá. En menos de 48 horas, la organización depositó el dinero a la empresa CC & Hijos Construcciones, representada por Carlos Raúl Coronel Bogado, pero ésta nunca inició los trabajos.
Así lo aseguró Myriam López, presidenta de la Asociación.
La empresa de Coronel Bogado recibió el dinero correspondiente al 45% de las obras, pero no llegó siquiera al 30% en un año y medio de trabajo.
“Desde un inicio la empresa constructora no tuvo la menor intención de realizar la obra. Así puede corroborarse con los sucesivos informes de los funcionarios de la Senavitat que observaron el nulo avance de las obras”, indicó.
Nuevo Amanecer denunció esta situación en reiteradas ocasiones ante la Senavitat, que aún así decidió desafectar a la organización. Mientras todavía se decide la cuestión en el Tribunal de Cuentas, la secretaría estatal ya firmó un nuevo convenio con otra organización para continuar los trabajos.
La nueva organización volvió a firmar contratos con la misma constructora que se negó a realizar las obras.
Problemas antiguos
Coronel Bogado se negó a iniciar los trabajos en Yuty por problemas anteriores que también implicaban fondos públicos.
Otra empresa vinculada a este hombre llamada Consultora Yoayú fue contratada por Nuevo Amanecer para la construcción de pozos de agua en el asentamiento Santa Rosa de Lima también en Yuty.
Esas obras fueron financiadas con fondos del Indert y formaban parte de otro proyecto, por lo que debía tener relación alguna. Sin embargo, Coronel Bogado habría aprovechado la situación.
Según los representantes de Nuevo Amanecer, Yoayú recibió el dinero correspondiente al 60% de las obras de los pozos. La organización detectó numerosas irregularidades y solicitó la reparación de las mismas antes entregar la parte final del dinero. Coronel Bogado entonces recibió el dinero que debía ser para las viviendas y aseguró que se trataba del pago por los pozos.
El empresario obligó a Nuevo Amanecer a firmar un acuerdo privado para que le entregaran el dinero que faltaba por las obras defectuosas antes de iniciar siquiera los trabajos del nuevo proyecto.
A pesar de las denuncias que realizaron los representantes de Nuevo Amanecer, tanto Indert como Senavitat los señalan a ellos como responsables.