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“Indudablemente podemos presumir eso, con base en los elementos técnicos que manejamos”, declaró ayer en Asunción el subjefe del Departamento de Investigación de Delitos de la Policía, comisario principal César Silguero.
Fue al responder acerca de la hipótesis de que Jorge Rafaat Toumani monopolizaba el mercado de tráfico de cocaína en la frontera seca con un “ejército” de sicarios que eliminaban a todos los posibles competidores que aparecían o que trabajaban para otras organizaciones rivales.
En ese sentido, Silguero confirmó ayer que uno de los siete guardaespaldas de Rafaat capturados tras el dantesco atentado contra su jefe, Marcio Ariel Sánchez Giménez, participó directamente del acribillamiento de dos matones que operaban presuntamente para la red dirigida por el capomafioso preso Jarvis Chimenes Pavão.
El ataque ocurrió el 11 de mayo pasado en pleno centro de Pedro Juan Caballero, donde un grupo de fusileros disparó contra Favio Ramón Zarza Lezcano y René Gustavo Sartorio Ferreira, quienes estaban sentados frente a un copetín. El video de aquel atentado se hizo viral en las redes sociales y el custodio de Rafaat fue identificado por medio de sus huellas dactilares que quedaron en la camioneta utilizada.
Solo una semana después, el 17 de mayo, los mismos “capangas” de Rafaat también balearon al piloto Jorge Enrique Fernández, en la misma ciudad, aunque este sobrevivió milagrosamente.
Supuestamente, Fernández también efectuaba vuelos para el grupo de Pavão, según la Policía.
Una de las armas utilizadas en el ataque, un fusil calibre 7.62, justamente fue recuperada de los guardias de Rafaat en la noche del 15 de junio último, tras el dantesco atentado en el que perdió la vida el capo fronterizo. El dato se confirmó con la pericia del fusil en la capital del país.
Un comisario en la mira
Lo que la Policía investiga ahora es cómo accedían a tan poderosas armas los guardias de Rafaat, aunque la sospecha más fuerte apunta a que eran traficadas a través de la empresa de seguridad del capomafioso ahora asesinado, denominada “Gaal”.
El jefe de seguridad de Rafaat, hasta el día de su muerte, era el comisario principal retirado Enrique Alfonso Cattonar, ahora en la mira de los investigadores, ya que este había sido el que recibió a la comitiva que allanó la firma de seguridad tras el primer fallido atentado contra Toumani, el 7 de marzo pasado.
Ministro y comandante
Mientras, el ministro del Interior, Francisco de Vargas, y el comandante de la Policía, Críspulo Sotelo, se reunieron ayer en Pedro Juan Caballero con autoridades locales, como el gobernador de Amambay, Pedro González (PLRA), así como con jefes de la Policía Federal, Militar y Civil del Brasil.
La moción surgida en el encuentro refiere la creación de una especie de consejo de seguridad fronterizo y que se firme un tratado internacional entre ambos países a fin de otorgar un blindaje jurídico a las operaciones de dicho equipo de seguridad.
Asimismo, los jefes policiales del departamento de Amambay podrían tener también una base de datos de armas incautadas.