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Chamorro no acudía a la institución legislativa desde agosto del año pasado. En el 2018, agotó los 90 días de permiso y volvió a solicitar un permiso especial para el mes de diciembre. Asesoría jurídica requirió un justificativo médico de lo que padecía para concederle la licencia.
En enero de este año, solicitó vacaciones y desde febrero empezó a marcar en el reloj biométrico. No tenía funciones que cumplir y ahora fue asignada en el Departamento de Permisos, lugar donde se entrena.
Mientras, en Asesoría Jurídica, se abrió una investigación preliminar ante dos llamativos hechos: que solo marcaba su entrada y salida y los permisos que presentaba.
La funcionaria indicó que ella tiene todos los justificativos médicos, que la respaldan, que no tenía una oficina, pero que siempre iba a la Cámara. Admitió que no tenía funciones y que se quedaba en la oficina de una amiga a hacer hora.
Sin embargo, no supo responder que funciones cumplía antes de solicitar los permisos por motivos de salud. Luego dijo que estaba en la Dirección de Relaciones Interinstitucionales donde sus jefes fueron Willian Bogarín y Carlos Navarro.
Indicó que por un problema privado no pudo asistir regularmente a la institución y que ahora puede. Chamorro percibe un salario mensual de G. 7.200.000.