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El discurso de la presidenta de la Argentina, Cristina Fernández, al poner en funcionamiento la central nuclear Atucha II, ubicada en la localidad bonaerense de Zárate, dejó claro que el proyecto Carem, que se construye en la vecina provincia de Formosa, es efectivamente un reactor nuclear. Fernández sostuvo que el mismo apunta a ser aprovechado “en la industria de defensa en general”.
Las palabras de la gobernante argentina cayeron como un balde de agua fría a los miembros de la comisión especial del Senado que analizan precisamente el alcance de la construcción nuclear Carem en Formosa, así como la instalación de la planta de procesamiento de uranio Dioxitek, que fue desplazada desde la provincia de Córdoba hasta Formosa.
“Para mí es un desprecio total y absoluto hacia el Gobierno y el pueblo del Paraguay”, opinó el senador del PDP Arnaldo Giuzzio, miembro de la comisión especial del Senado que analiza el alcance de la instalación del reactor Carem y la planta de enriquecimiento de uranio Dioxitek en la provincia de Formosa.
“Me parece una actitud hipócrita de muchas de las autoridades argentinas, porque si se hace un registro, se ve lo que ellos nos respondían. En su mayoría hablaban siempre de que no iba a ser una planta nuclear lo que se instalaría allí, de que solamente una planta procesadora de dióxido de uranio. Siempre, siempre, hasta que hoy se desnuda la verdadera intención del Gobierno argentino”, indicó Giuzzio.
Giuzzio afirmó que a su criterio, los argentinos “trabajan sobre el principio de los hechos consumados”.
“Hacen todo y después nos informan; entonces uno ya no puede estratégicamente oponerse a nada”, resaltó.
Informó que analizarán la situación junto con los senadores Arnoldo Wiens y Fernando Silva Facetti, quienes también son miembros de la comisión especial.
“Veremos la posibilidad de pedir que Cancillería solicite a su par una repuesta clara sobre la instalación de la planta y sobre las palabras de la Presidenta”, indicó.
A la OIEA
El legislador indicó que con el material proveído por la presidenta argentina, analizarán solicitar a la Organización Internacional de Energía Atómica que revise la posición de ese país debido a que, según el legislador, Argentina no había admitido la instalación de plantas nucleares en zonas limítrofes con otros países.
¿Discurso editado?
El discurso oficial de la titular del ejecutivo argentino ayer ya no contenía el párrafo referido al Plan Nuclear Argentino ni la descripción del proyecto Carem. Tampoco aludía ya a que el reactor nuclear puede ser aprovechado por la industria de defensa.
Cuestionada posición
El ministro de Relaciones Exteriores, Eladio Loizaga, había asegurado que el Gobierno sigue todo el proceso de la construcción de una planta procesadora de uranio en la zona de Formosa. Sin embargo, en varias oportunidades hizo hincapié en que Paraguay no tiene poder de veto sobre la instalación de la planta en la frontera. Además, había rechazado la postura de quienes sostienen que la Cancillería tiene una actitud tibia con relación al tema. “Les vuelvo a repetir, la Cancillería no es tibia, el Gobierno tampoco es tibio. Ahora la diplomacia tiene su canal, tiene su lenguaje”, aseguraba.