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–Es la primera vez que se reúnen jefes de seguridad de los Gobiernos con las autoridades del fútbol sudamericano. ¿Cuál es el plan?
–Hemos tenido en Asunción una reunión histórica con las autoridades del fútbol sudamericano en la Conmebol. Marca un cambio de era en la concepción de la seguridad, ya como un eje y no como un tema separado entre el fútbol y los gobiernos. Es la primera vez que nos juntamos los jefes de seguridad de los países.
–¿Qué plantean hacer?
–Estamos elaborando un documento que fija normas básicas de trabajo en seguridad para combatir la violencia en el fútbol y lo vamos a introducir en el ámbito del Mercosur y países asociados para involucrar también a los ministros del Interior y de Seguridad. El fútbol es algo casi neurálgico de todos.
–Cuáles son los puntos...
–Son varios. Tener normativas más homogéneas para la identificación de personas; intercambio de información, base única de los barras bravas violentos para impedir su ingreso a los estadios... Ya se está haciendo con algunos países pero queremos que sea institucional y más rápido. Hoy la tecnología nos permite estar en comunicación directa. Por ejemplo, desde este encuentro en Asunción hemos creado, entre otras cosas, un grupo de whatsapp, una herramienta muy potente. Lo importante es esta unión de los Gobiernos con la Conmebol para tener espectáculos más seguros, porque es negocio para todos...
–Así como en cada partido vienen árbitros y veedores, ¿ahora van a venir encargados de seguridad?
–Estamos viendo la posibilidad de que en algunas instancias de la competición, primera ronda por ejemplo, pueda haber presencia de representantes de los gobiernos también. Ya lo hemos empezado a hacer en algunos partidos en la pasada Copa Libertadores y creo que es una manera de poder trabajar, fundamentalmente comunicados. Por ejemplo, en el partido que jugaron Tolima de Colombia contra Boca Juniors de Argentina (el miércoles pasado), nosotros enviamos a Conmebol los listados de personas que no pueden ingresar a los estadios, a través del Departamento Internacional del Ministerio de Seguridad de Argentina, y Colombia inadmitió a las personas que estaban en los listados y no los dejaron ingresar al país. Y así, las cabezas de las barras bravas de Boca no pudieron ingresar a Colombia, y menos, obviamente al partido. Creo que es un ejemplo a tomar y expandirlo con el resto de los 10 países.
–¿Llegaron al aeropuerto y los mandaron de vuelta?
–Así es. Estos grupos están muy organizados y utilizan todos los medios tecnológicos para estar organizados. Incluso hacen congresos. Se manejan realmente como organizaciones. Por eso es importante que los gobiernos se organicen de la misma manera. Muchas veces los Estados son más lentos por su burocracia, y ni qué hablar cuando tenemos que juntar a los Estados. Por eso es muy importante esta iniciativa. En seguridad uno nunca termina de aprender. Lo peor que se puede hacer es retroceder en las cosas buenas que se hacen.
–¿Cómo pudieron localizar al autor de la pedrada que pudrió aquel partido Ríver-Boca?
–Lo identificamos enseguida con (el sistema de) Tribuna Segura, porque después de tirar las pedradas ingresó (al estadio) y mostró su documento. Con el documento lo pudimos identificar.
–¿Qué es “Tribuna Segura”?
–A través de un decreto presidencial empezamos a confeccionar los listados de personas que no pueden ingresar a los estadios. Hoy tenemos cinco mil personas que no pueden ingresar a los estadios. Ya controlamos a tres millones y además capturamos prófugos, hasta ahora más de 600 en los estadios.
–Cómo cazan a los prófugos...
–La identificación es la clave para terminar con la impunidad. Se tipea en un dispositivo. Dura 10 segundos la operación, más o menos...
–¿De dónde traen ese ejemplo de control, de Europa, lo que hicieron con los “Hooligans”? A ellos se los liquidó prácticamente...
–Yo creo que fuimos tomando ejemplos de distintos países pero la experiencia sudamericana nos sirvió. Lo que se hace en Chile con “Estadios Seguros” fue muy importante; lo mismo lo que se hizo en Uruguay. Hoy estamos empezando a introducir tecnología como el empadronamiento de los hinchas por ejemplo, el Fan ID, el reconocimiento facial.
–¿El Fan ID?
–Cada persona tiene un Fan ID (identificación del fanático o simpatizante) que al ingresar a la cancha es cotejado con las bases de datos suministradas por el Registro Público de Actuaciones Administrativas, el de Antecedentes de la Policía y el Registro Nacional de las Personas (se utilizó en el Mundial de Rusia). Hoy la tecnología es mejor, más barata y está de nuestro lado.
–Y los delincuentes, ¿a qué parte del estadio van más: a plateas, graderías, populares?
–Nosotros hemos detenido mucho en Popular pero también empezamos a controlar en Prensa y también a los dirigentes. Ya nos hemos llevado preso a uno que otro dirigente que tenía un pedido de captura.
–¿En Prensa también?
–En Prensa también. Hay periodistas también (sonríe). La verdad que la delincuencia es transversal. La cantidad de prófugos es grande y los podemos encontrar en los estadios. Es parecido al argumento de la película “El Secreto de sus Ojos” (2009)...
–La película argentina (con Ricardo Darín)...
–La que ganó el Óscar. Su director, (Juan José) Campanella, solía comentar que en Hollywood le señalaban que la película tenía un error. Decían que un prófugo nunca podía ser encontrado en un estadio de fútbol porque no se animaría ir a un evento masivo. Campanella decía en cambio que en Argentina sí, eso pasa. Y él está contento con nosotros porque le estamos demostrando en cada partido que siempre tenemos a un prófugo capturado en los estadios.
–Ahora ustedes están detrás de una ley contra las barras bravas...
–Se está tratando en Diputados. Lo que fundamentalmente se hace es tipificar a la barra brava como un grupo criminal.
–¿Grupo criminal?
–Las barras bravas son organizaciones criminales que se han nucleado alrededor del fútbol porque el fútbol les de mucha impunidad, la impunidad que les da el anonimato, la impunidad que les dan todas esas relaciones políticas que entablaron y que les dio exposición, les dio visibilidad y les dio mucho poder. Este fenómeno ha matado en Argentina más de 300 personas. Ellos han ensangrentado el fútbol. Hoy el barra brava para un juez no es nada. Es un fanático como cualquiera. Nosotros queremos encuadrarlo en asociación criminal, que sea castigado como tal con pena de cárcel, y toda connivencia con ese grupo también, sea funcionario público o dirigente de fútbol.
–Todos sabemos que las barras son como cordones umbilicales de los clubes. Se les reparte entradas.
–Se piensa que es eso pero en realidad es un tumor porque termina matando al fútbol. Por eso hay que extirparlo de la misma manera en que se extirpa un tumor, encuadrándolo, tipificándolo y sacándolo de raíz...
–Hay hasta políticos, hombres públicos conectados con ellos...
–Sí. Por eso también dentro del proyecto está la imposibilidad de que un político forme parte de una comisión directiva de un club, porque nos encontramos con políticos, con jueces, con fiscales, y eso hace muchas veces que se mezcle. Los expertos ingleses decían que en Argentina se había metido mucho la política en el fútbol. Tenemos que sacar la política del fútbol....
– ¿Es cierto que ustedes no permiten ni los puestos de pancheros? ¿Por qué?
–Los puestos de vendedores alrededor de los estadios están vinculados a las barras, sean cuidacoches, vendedores de alimentos. En Buenos Aires son ilegales.
–¿Vinculados en qué sentido?
–En el sentido netamente económico. Las barras se financian a través de los puestos, a través de la reventa de entradas, a través de los cuidacoches, en muchos casos a través de la venta de drogas...
–Una ley de esa envergadura, ¿usted cree que va a prender en el resto de Sudamérica?
–Nosotros desde Argentina siempre hemos exportado el fenómeno Barra Brava. Queremos empezar a exportar cosas más virtuosas, y creo que es el momento de hacerlo...
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