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ITÁ, Central (Roberto González A., Jorge Cañete y Roberto Torres, enviados especiales). Para la entrega de aportes estatales, como ayudas monetarias, pensión alimentaria para los abuelos, pollitos, becas, sillas de ruedas, entre otras cosas, es habitual que los organizadores de las “jornadas de Gobierno” obliguen a los beneficiarios a presentarse en los actos oficiales, para recibir los beneficios de manos de los exponentes del gobierno, sobre todo del presidente Horacio Cartes.
En algunos actos ya hubo quejas a la prensa de familiares de los ancianos por el sacrificio que a muchos les resulta trasladarse al lugar de los actos. Ayer en esta ciudad dos mujeres comenzaron a gritar no lejos del escenario, donde estaban Cartes y sus ministros, por la excesiva estancia de los abuelos en el acto y sin comida ya cerca de las 11 de la mañana. Una de las mujeres dijo que muchas personas de tercera edad estaban en el lugar, el tinglado de la Liga Iteña de Fútbol, desde tempranas horas, porque les dijeron que el acto era a las 08:00. La mujer aseguró que ante sus quejas Alberto Franco, un miembro de la seccional colorada local, le amenazó que le iba a expulsar del lugar. Incluso miembros de la seguridad se acercaron para apaciguar la situación. Un cuarto de hora después comenzaron a repartirse hamburguesas a los abuelos. A las 11:00 terminó la ceremonia, pero los adultos mayores permanecieron para recibir sus tarjetas de débitos, que eran en total 912, según destacaron.
Cartes critica militancia
El Presidente en su discurso volvió a desvalorizar la militancia partidaria porque los políticos no hicieron nada por la gente, según alega. El ministro de Obras Públicas, Ramón Jiménez Gaona, por su parte, dijo que los de los gobiernos anteriores solo se ocupaban de ganancias para sí. En otros breves actos Cartes inauguró 60 viviendas sociales y una oficina del BNF.