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El fiscal de Curuguaty Vicente Rodríguez, coadyuvante de la fiscala Sandra Quiñónez en el caso, confirmó ayer que el juzgamiento del exintendente de Ypejhú por doble crimen no se hará este lunes.
En conversación telefónica con nuestro diario, Rodríguez comentó que al verificar el expediente, encontró que efectivamente se fijó el juicio oral y público para el lunes 16 del corriente, pero no se notificó a ninguna de las partes.
Por esta razón, consultó con el presidente del Tribunal, Ramón Trinidad Zelaya, quien le informó que la audiencia será pospuesta por recargo de trabajo, debido a que se percataron de que hay varias causas que tienen peligro de extinción, cuyos juicios deben priorizar.
En estas condiciones, el juicio de Vilmar se podría realizar recién en el 2018, en atención al calendario de audiencias, ya bastante saturado a esta altura del año.
Al respecto, el fiscal explicó que la causa de Acosta no tiene riesgo de extinción, pues esta posibilidad podría darse recién en el 2019.
El Tribunal de Sentencia que tendrá a su cargo el juzgamiento del caso está presidido por el magistrado Zelaya e integrado por los jueces Yanine Ríos y Benito González como miembros titulares.
La fiscala que realizó la investigación y presentó la acusación es Sandra Quiñónez, candidata elegida de la terna para fiscal general por el Poder Ejecutivo. De conseguir todos los votos y prosperar su nombramiento, el juicio quedará a cargo del fiscal coadyuvante Vicente Rodríguez, actual fiscal de Curuguaty.
Acosta Marques está acusado por instigación al homicidio doloso, es decir, como supuesto autor intelectual del doble crimen ocurrido el 16 de octubre de 2014 y del que resultaron víctimas el periodista Pablo Medina y su acompañante Antonia Almada.
Hace 15 días ya suspendió
Una cuestión llamativa es que ya hace 15 días el juez Trinidad Zelaya había dispuesto la suspensión del juicio y ninguna de las partes estaba enterada de esto. Se supone que el juez, al fijar la fecha de inicio del juicio, debió tomar en cuenta los otros casos considerados perentorios. Todo esto ocurría mientras el magistrado buscaba su nombramiento como camarista, lo que también implicaba un intenso lobby en diversos niveles. Sin embargo, el pasado martes la Corte Suprema eligió a otro magistrado para ese alto cargo.