Por groseras violaciones a la Carta Magna rechazan invitación

El Instituto Paraguayo de Derecho Constitucional rechazó una invitación del Congreso para festejar 25 años de la Jura de la Carta Magna (20 de junio de 1992) por los “vergonzosos espectáculos con absoluto desparpajo” y una “serie de actos groseramente violatorios” de la Ley Fundamental.

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El titular del Congreso Robert Acevedo (PLRA) invitó a los representantes del mencionado instituto a participar de un “espacio de análisis sobre la importancia de la Carta Magna” del 20 al 23 de este mes, con conmemoración de 25 aniversario de la Jura de la Constitución Nacional.

El titular del Instituto Paraguayo Jorge Seall-Sasiain y Gustavo Becker M. agradecieron en primer lugar la invitación a Acevedo. Pero en segundo término le contestan que luego de los últimos hechos ocurridos “no parece darse el ambiente adecuado para la recordación prevista”.

Agregan que el país y el mundo, una vez más, “fueron testigos directos de una serie de actos groseramente violatorios de la Constitución de la República, cometidos nada menos que por una mayoría coyuntural de miembros de ambas cámaras, en el espacio que, precisamente, debiera ser el más sagrado de nuestras instituciones republicanas, de la defensa y custodia de nuestra Constitución y de nuestro Estado de Derecho, y de la más elevada representación del pueblo paraguayo”.

“En ese contexto, señor Presidente, en estos momentos consideramos poco pertinente, fuera de lugar y hasta una burla que, por un lado, se pretenda celebrar el primer cuarto de siglo de la que es, a pesar de sus imperfecciones, la Constitución más democrática de nuestra Historia y, por el otro, muchos de los propios organizadores de dicha celebración nos brinden tan vergonzosos espectáculos, con absoluto desparpajo, con absoluto descaro, con absoluto desconocimiento de las más elementales normas de Derecho que juraron cumplir y hacer cumplir, de absoluto irrespeto a las instituciones que han jurado defender y al pueblo que dicen representar, de inconcebible negación de un mínimo sentido de Ética personal, y hasta de las elementales reglas de urbanidad y de buena educación, con el único objetivo de hacer primar, a como dé lugar, sus intereses sectarios y subalternos, sin importarles el daño inmenso que con eso están causando a la República, su presente y su futuro, reduciendo la ley a mera sirvienta de la politiquería, en un perverso juego de ‘todo vale’, absolutamente inadmisible en una Democracia”, destaca la carta.

Finalmente los doctores Seall y Becker le manifiestan a Acevedo: “No queremos ser parte de una nueva farsa conmemorando los 25 años de vigencia de nuestra Constitución”.

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