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El relevante dato fue confirmado ayer por fuentes del Ministerio Público.
Altas fuentes dijeron que durante el estudio de planimetría, que se llevó a cabo durante el viernes y el sábado últimos, a cargo de la fiscala Lorena Ledesma, que se acopló a la investigación iniciada por su colega Raquel Fernández, detectaron en la pared del edificio vestigios de los disparos que se hicieron con escopetas cargadas con cartuchos con balines de plomo, es decir, letales, y no solo con los balines de goma que en teoría utilizaban los antimotines.
De hecho, un video grabado por los propios dirigentes que estaban resguardados en la sede partidaria enseña al grupo de cascos azules, que posteriormente matarían a Rodrigo, en el momento en que disparan directamente hacia el segundo piso, por ejemplo.
Afortunadamente, las personas que estaban adentro del PLRA no fueron alcanzadas por los proyectiles letales, porque de lo contrario se hubiesen reportado más muertes.
En otro video filmado desde el pasillo en el cual caería muerto Rodrigo, en la planta baja, se ve a un casco azul (que sería el oficial inspector Guido Amarilla) avanzando a tiros sobre la calle Iturbe contra un grupo de vándalos que aprovechó que el portón del estacionamiento del PLRA estaba abierto para mimetizarse entre los dirigentes liberales.
De este modo el Ministerio Público también echa por tierra la versión de la Policía, que sostiene que “solamente” ese cartucho que mató a Rodrigo era letal y que el resto contenía balines de goma.
El mortal disparo fue hecho supuestamente por el suboficial ayudante Gustavo Florentín, de la Agrupación de Seguridad, quien nunca debió haber salido de la Comandancia porque estaba bajo arresto.
La defensa del uniformado, en cambio, atribuye la responsabilidad al suboficial primero Arnaldo Andrés Báez, de la comisaría 1ª Metropolitana, quien fue el segundo en ingresar al pasillo del PLRA donde cayó muerto el joven dirigente.
Ataque a diputado
Un hecho que llamó la atención a la fiscalía durante la inspección realizada es que el oficial inspector Guido Amarilla, del grupo Antidisturbios, disparó contra los que estaban escondidos en un baño del PLRA. Uno de ellos era el diputado Eusebio Alvarenga. Si bien los disparos (3 en total) fueron con balines de goma, el policía no apuntó ni hacia arriba ni hacia abajo, sino al medio y a escasos metros de distancia, con lo que los impactos pudieron ser letales. Se salvaron de milagro.