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El legislador afirmó que los puntos del posible acuerdo con la multinacional serán definidos en el Congreso Nacional, donde finalmente aprobarán o no el contrato.
“El preacuerdo lo que significa es una serie de cosas que tienen que ser discutidas entre las partes (Gobierno y RTA) para finalmente llegar a un acuerdo formal y poner a consideración del Congreso”, agregó.
Explicó que no es potestad exclusiva del Poder Ejecutivo aprobar o no el acuerdo con Rio Tinto Alcan.
“Lo que hace el Ejecutivo, sencillamente a través de sus organismos pertinentes, es elaborar los acuerdos o preacuerdos, una vez que se termine el acuerdo se envía al Congreso y si el Congreso entiende que va a resultar positivo a la república lo aprueba o si no, lo rechaza”, indicó.
Precio igual que en la región
El senador Blas Llano, quien esquivó responder sobre la posición de su partido con respecto a la instalación o no de la procesadora de aluminio, indicó que sería conveniente para Paraguay venderle la energía a la multinacional al precio que se vende en la región.
“Yo creo que si nosotros queremos atraer inversión tenemos que estar igual con los precios que se pagan en la región y sin permitir subsidios. Si la gente no quiere que se instale la fábrica porque se va a subsidiar, que no se instale la fábrica y seguimos en las mismas”, indicó el senador liberal.
La Itaipú Binacional le vende a Eletrobrás, cedida por la Administración Nacional de Electricidad (Ande), por el costo de la producción a US$ 44 MWh y por la compensación de la energía, unos US$ 9,5 que totalizan US$ 53,5. Sin embargo, falta calcular otros costos como el de transmisión o las pérdidas que se generan con la cesión de energía. El Gobierno nacional aún no da a conocer siquiera cuánto es el precio mínimo por el cual se le pretende vender a Rio Tinto Alcan. La Comisión Permanente del Congreso, a puertas cerradas, se interiorizó de los alcances del preacuerdo.