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La propuesta legislativa está relacionada con la eutanasia, aunque la proyectista, la diputada liberal Esmérita Sánchez, sostiene que no es así. La iniciativa define que la voluntad anticipada es la declaración de un paciente de enfermedad terminal de manera expresa, libre e informada, de negarse a someterse a tratamientos o procedimientos médicos que pretendan prolongar su vida.
La decisión debe ser efectuada por el paciente con la capacidad de entender o en su defecto del cónyuge o concubino y de los familiares en primer grado de consanguinidad o sus representantes legales.
Las personas mayores de edad con plena capacidad de ejercicio tendrán facultades de manifestar su voluntad anticipada por escrito y ante dos testigos.
En el caso de niños o adolescentes, la decisión corresponderá a sus padres en ejercicio de la patria potestad.
Por su parte, el médico tratante deberá suministrar, antes de la declaración anticipada del paciente, toda la información en forma clara, precisa y adecuada sobre el estado de salud, el procedimiento propuesto y los beneficios del procedimiento.
La propuesta de ley posee varios detractores.