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El defensor del Pueblo adjunto indicó que los tres ministros del Poder Ejecutivo: Carla Bacigalupo, de Justicia; Marta Lafuente, del Ministerio de Educación y Cultura; y Humberto Peralta, de la Función Pública, no merecen seguir en sus cargos. A criterio de Villalba, la conducta de estos integrantes del gabinete del Ejecutivo hizo más daño a la imagen y credibilidad del gobierno del presidente Horacio Cartes que todas las críticas que realiza la oposición a la gestión gubernativa.
Villalba sostuvo que la ministra de Educación, por desidia, incapacidad o complicidad, se involucró en la compra sobrefacturada de artículos para refrigerio. En tanto, vergonzosamente, centenares de niños dan clases bajo árboles. Igualmente, adjudicó trabajos de mantenimiento y reparación de vehículos por precios tres veces superiores a los valores del mercado.
En referencia al ministro secretario de la Función Pública, el defensor del Pueblo adjunto afirma que Humberto Peralta demostró carecer de la mesura necesaria para ejercer el cargo al referirse contra los diputados con palabras inapropiadas y ofensivas, y últimamente ha hecho gala de desconocimiento total de las leyes que regulan el régimen jubilatorio de los funcionarios públicos, algo que hace a la naturaleza de sus funciones, pretendiendo jubilar a quienes ejercen cargos electivos.
Considera más grave aún el caso de la ministra de Justicia, Carla Bacigalupo. Dijo que se adjudicó dinero público para un viaje particular y “desvergonzadamente mintió dos veces” involucrando incluso a un organismo internacional (BID). “Si a esto agregamos que la misma ejerce el cargo en clara y aviesa violación de preceptos constitucionales sin que esto le afecte en lo más mínimo, puede afirmarse que a la misma no le importan la Constitución y las leyes y, menos aún, valores como la honestidad, la moral o la verdad”, expresa.
Dijo que “a estos tres ministros que con su desempeño han dado claras demostraciones de ineptitud, corrupción e inmoralidad, el Presidente debe destituirlos y enviar con ello el claro mensaje de que en su administración no hay lugar para deshonestos”.