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Un área de 19 hectáreas de bosque que bordean los ríos Paraná y Acaray, en la zona de Hernandarias, departamento de Alto Paraná, está en peligro de extinción.
La propiedad forma parte del predio ocupado por el exclusivo barrio cerrado denominado Paraná Country Club, administrado por el consorcio que lleva el mismo nombre.
Preocupados por la situación, los directivos del consorcio decidieron solicitar públicamente a la Secretaría del Ambiente declarar área protegida para evitar su destrucción.
Pascal Peysson, director del Departamento de Medio Ambiente del Consorcio Paraná Country Club, durante una visita a nuestra redacción, dijo que desde hace al menos tres años luchan para evitar que se acabe con el área boscosa que aún resta en la zona. Sin embargo, la tarea resulta cada vez más difícil debido a que la propiedad fue parcelada y vendida a particulares.
“Nosotros queremos que la Seam declare área protegida, va a ser la única forma de mantener el bosque virgen del lugar”, significó.
Mencionó que el Consorcio Country Club, en su afán de preservar el área, encargó un trabajo que reveló la rica fauna y flora que se tiene en el lugar.
A su turno, Óscar Romero, regente ambiental, exhibió fotografías del bosque nativo y de cursos cristalinos de agua que aún se pueden ver en el lugar.
Cuestionó que la Secretaría del Ambiente otorgue licencias para deforestar, sin siquiera verificar la zona. Citó un caso reciente en que el propietario de un terreno de 1,600 m² solicitó autorización para derribar árboles y la Seam le otorgó. “El propietario mintió al decir que era un lugar que contaba con todos los servicios básicos, pero no es así. Es un lugar distante del área poblada, a orillas del río Monday, inclusive es un área inundable”, significó.
Ángel Galeano, asesor del consorcio, informó que en estos momentos están solicitando la revocatoria de dicho permiso, mostrando a la Secretaría de Ambiente fotos satelitales y estudios ambientales hechos en el lugar.
“Esperamos que la institución atienda nuestro reclamo”, significó.
Bosque atlántico
El área de 19 hectáreas que bordean los ríos Paraná y Acaray forma parte del Bosque Atlántico del Alto Paraná, que constituye uno de los hábitats más diversos del mundo, según los estudios. De los ocho millones de hectáreas que existían, siete millones de hectáreas ya fueron convertidos en pastizales y tierras de cultivo. En el sector cuya protección el Consorcio Paraná Country Club pide a la Seam se puede encontrar árboles de especies en vía de extinción, como el peterevy, el guatambu, el cedro y el peroba.