Ruiz Díaz, habiendo cumplido con todos los requisitos y condiciones para el otorgamiento del lote, según lo que establece el Estatuto Agrario, recibió la autorización del Indert, formándose el Expediente N° 3101/2011. Posteriormente, en fecha 21 de setiembre del 2011, los funcionarios del Indert Abog. Norma Valiente, el topógrafo Gedeón Sosa y el técnico Marcelo Alonso se constituyen en la propiedad para verificar las mejoras realizadas ya por entonces por Ruiz Díaz, habiéndose constatado la instalación de un alambrado perimetral, tinglado para vivienda, construcción de caminos internos y desmonte y siembra de pastura en las 30 hectáreas permitidas.
Sin embargo, en los primeros días del mes de noviembre de 2011 aparece en la propiedad la señora Amapola Piacentini, de nacionalidad brasileña (presunta pareja sentimental del dirigente campesino Elvio Benítez).
Amapola Piacentini acompañada de Antonio Piacentini y otras personas, aparentemente del grupo de Elvio Benítez, irrumpe en la propiedad a la fuerza y toma la posesión del mismo.
Según el Abog. Oddone, Piacentini habría pedido a Ruiz Díaz una fuerte suma de dinero en dólares para dejarlo en paz, a lo que el afectado se negó, alegando que no poseía ese monto y que además no correspondía ya que sus documentos estaban en orden.
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A partir de allí, Ruiz Díaz inicia una batalla legal y obtiene del juez Juan Carlos Molas, de Pdte. Hayes y Boquerón, una medida cautelar con la prohibición de innovar en el mencionado inmueble. Paralelamente se presentó una demanda ante la fiscalía de Alan Schaerer, en Filadelfia, en contra de Amapola Piacentini y otros por invasión de propiedad.
¡¡¡Sorpresa!!!
Ínterin sucedían todos estos hechos, en el Indert se gestaba el “golpe de gracia”. Mediante maniobras y presuntas adulteraciones documentales, se da trámite a un expediente del año 2005 que no se había movido hasta entonces. Y de esta forma, a pesar de haber una medida cautelar de no innovar sobre el inmueble, el presidente del Indert, Marciano Barreto, firma la Resolución N° 450/12 de fecha 16 de febrero de 2012, por la cual se “desestima la solicitud de adjudicación de Édgar Ruiz Díaz y se adjudica en venta el Lote N° 60 a Arnaldo Luis Arévalos Sanabria”.
¡¡¡Increíble!!!
Pero lo peor de todo es que Barreto adjudicó a Arévalos a pesar de que este último, dos meses antes (en fecha 2 de noviembre de 2011), presentó una cesión de derechos sobre el inmueble a favor del brasileño Doacir Junior Bianchet, nacionalizado paraguayo, algo totalmente ilegal ya que, por Estatuto Agrario, Arévalos (quien por cierto nunca apareció por la propiedad, ni a las acciones legales realizadas en su nombre por un abogado) debía esperar 10 años para ceder el inmueble a otra persona.
Las conexiones
A pesar de las reiteradas denuncias en contra de Amapola Piacentini y los demás invasores, la fiscalía ni la Policía nunca actuaron para hacer cumplir la orden de no innovar del juez Molas, como tampoco se hizo caso a las varias denuncias de invasión de propiedad presentadas por Ruiz Díaz.
Según la denuncia, Amapola Piacentini actúa con total complacencia de las autoridades (policías y fiscales) invocando en todo momento al senador Sixto Pereira (Partido Tekojoja) e incluso al mismo presidente Lugo. Nadie puede detenerla o exigirle el cumplimiento de la ley ya que ella ordena a los mismos fiscales y policías, según la denuncia.
Existirían incluso en las unidades fiscales del Chaco numerosas demandas en contra de Piacentini por hechos similares, pero la justicia nunca le llega.
Muestra palpable
Y para muestra de que esta mafia todavía sigue operando campantemente, el pasado martes el mismo Édgar Ruiz Díaz, junto a dos efectivos de la Policía, se constituyó en la propiedad para exigir la recuperación del inmueble. Pero tanto Ruiz Díaz como los agentes del “orden” fueron repelidos por Piacentini y su grupo que se encontraban fuertemente armados y en actitud hostil.
Esto demuestra que los tentáculos de esta rosca mafiosa alcanzan incluso a funcionarios judiciales, policiales y del mismo ente agrario que continúan operando impunemente.
“MODUS OPERANDI”
El “modus operandi” de la rosca mafiosa del Indert sería el de reavivar expedientes antiguos que no tuvieron tramitaciones ante el ente agrario para poner las propiedades a favor de prestanombres. Así ya hemos encontrado como beneficiarios a maestras, guardias de seguridad, empleados y otros que no reúnen las condiciones para ser adjudicados con lotes ganaderos en el Chaco pero fueron adjudicados. Luego estos lotes son ofertados en el mercado y al encontrar algún interesado se procede a dar trámite a los expedientes fraudulentos. Los lotes en el Chaco son ofrecidos entre 150 y hasta 300 dólares por hectárea, por lo que un lote de 4.000 hectáreas podría fácilmente valer 600.000 dólares.