Periodista fue vigilado durante una semana

Los sicarios que asesinaron al periodista Fausto Gabriel Alcaraz Garay (28), el viernes último en Pedro Juan Caballero, lo mantuvieron vigilado al menos una semana antes de la ejecución del atentado.

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“Al menos una semana lo vigilaron antes de ejecutar el ataque. Tenemos algunos datos concretos y sobre esas pistas estamos trabajando”, dijo ayer un jefe policial vinculado a la investigación del crimen de Fausto Gabriel Alcaraz Garay, conductor del programa De frente a la mañana, que se emitía de lunes a viernes de 7:00 a 12:00 en la 570 AM Radio Amambay. La emisora pertenece al senador liberal Robert Acevedo.

El joven, que era una de las figuras del periodismo radial de la frontera, fue eliminado por pistoleros que lo interceptaron al llegar a su casa ubicada en Ramón Gill González y Pikysyry, en el barrio María Victoria de la ciudad de Pedro Juan Caballero. Le descerrajaron primero ocho tiros con una pistola calibre 9 mm y luego le remataron con otros cuatro balazos con un arma de calibre .40, explicaron los técnicos de Criminalística.

En principio, la investigación admite la posibilidad de una conexión entre el crimen del periodista y la ejecución de Juan Carlos Sánchez Valdez (19), cuyo cuerpo fue hallado al mediodía del sábado en un maizal de la colonia Potrero Sur de Pedro Juan. Se sospecha que Sánchez Valdez pudo haber participado en el asesinato de Alcaraz, aunque los agentes prefieren colectar otros elementos al respecto.

Uno de los pistoleros que eliminó al comunicador fue visto en una despensa cerca de la citada radio, ubicada en 14 de Mayo 485 esquina Cerro León –a metros de la casa de Alcaraz–, el viernes 9 de mayo pasado.

“Llegó muy entrada la tarde, ya casi de noche. Aparentemente compró una botella de gaseosa. Pagó con un billete, se sentó y estuvo tomando la bebida. Permaneció en el lugar más de una hora con una sola gaseosa. De hecho esa actitud llamó la atención de los dueños del negocio, pero acá nadie avisa ese tipo de cosas por el temor que impera en las calles. Lo vigilaron por una semana”, explicó el agente.

El sospechoso llevaba puestos un jeans y una remera oscura, y se lo vio en el barrio otras veces.

Aparentemente, los sicarios utilizaron una motocicleta brasileña de color amarillo, de alta cilindrada, ahora rastreada por la Policía.

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