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Ayer, dos familias que trabajan en dos retiros de la estancia Alegría SA comenzaron a abandonar sus puestos de trabajo. Incluso uno de ellos ya renunció por temor al EPP y fue directo junto a sus allegados en Concepción.
Mientras tanto, otra familia trabajadora de Coronel Oviedo dejó su puesto y espera reunirse con los directivos de la empresa.
Igualmente, los demás peones que viven en el casco central de la estancia se mostraron consternados por el hecho y analizan una renuncia masiva a sus labores en el establecimiento si no existen las condiciones y mayor presencia de la fuerza de seguridad para garantizar sus tareas.
Narciso López, tractorista de la estancia, habló del mal momento que están viviendo. “Es muy difícil lo que está pasando, algunos de nuestros compañeros ya se están yendo y vamos a reunirnos con los administradores de la estancia y ver qué pasará con nosotros, porque el EPP amenaza a gente que trabaja con maquinaria y a peones que entran en bosques, y tenemos miedo”, señaló.
No descartó que renuncien masivamente si no se dan las condiciones de seguridad. Pidió mayor presencia de la fuerza pública y buscar estrategias para garantizar la vida de humildes trabajadores que a diario buscan la forma de ganar lícitamente el sustento de sus familias.
Al anochecer de ayer los peones, en especial los que trabajan sobre caballos en la estancia, se reunieron con los directivos para tratar el difícil y temeroso momento que les toca vivir a los empleados.
Conexión con narcos
El ministro de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Luis Rojas, afirmó ayer que no existe duda de la conexión del EPP con el narcotráfico. “Estamos convencidos de que esta vinculación existe”, señaló el funcionario.
Agregó que “este grupo es una copia burda de las FARC. Pasa que ellos están repitiendo un modelo escrito en Colombia, falta monitorear un poco lo de las FARC, que admiten directamente el cobro de protección o de impuestos revolucionarios al narcotráfico como parte del esquema autorizado”, manifestó. Esto lo explicó en el sitio donde hallaron 50 hectáreas de marihuana, a poca distancia del lugar de la matanza. Parte de los cultivos fueron destruidos y hoy seguirá el trabajo.