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En el acta de la verificación de los 12 lingotes de supuesto oro, que totalizaron 485 kilos, también aparece la firma de Servín (ver facsímil), puesto en el cargo de gerente de Cargas de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil, Dinac, por influencias de González Daher.
Además de Servín participaron del procedimiento, e oficial de Aduanas, Inacio González; el despachante de Aduanas, Ricardo Castro; el representante de la Senad, César Ortiz; el encargado de Depósito de Exportación, Fernando Torres; el sub-administrador de Aduanas en la Dinac, Fernando Machuca, entre otros funcionarios.
Servín, es un de los principales operadores políticos de González y fue ubicado en el importante cargo de Gerente de Cargas Aéreas, por el exsenador y extitular del Jurado de Enjuiciamiento. Es por eso todo lo que pasa en el aeropuerto Silvio Pettirossi era informado al político que “apadrina” al funcionario.
El cargamento de supuesto oro se tenía que llevar hasta Hong Kong. Sin embargo, fue retenido en la principal estación aérea de nuestro país, ya que se declaró que los lingotes eran de broncelina. El cargamento llegó al aeropuerto el 4 de agosto de 2016, según documentos de la carpeta fiscal.
Sin embargo, recién el 5 de agosto, según el administrador de Aduanas, Fernando Machuca Corvalán, Servín le informó de la carga. Fue mediante una llamada telefónica realizada a las 14:30, de acuerdo a otro documento, que también obra en la carpeta fiscal.
Sospechosamente, las autoridades de la Dinac y de Aduanas, que participaron del operativo, recién el 10 de agosto dieron comunicación del hecho al fiscal Emilio Fúster.
El vendedor de los lingotes, Audelio Toledo, en declaraciones a ABC Cardinal dejó entrever que se habrían sustituido los lingotes. Dijo que lo que el vendió al mexicano, José Salazar, fueron lingotes de oro y no de otros metales, como son los que aparecieron en el aeropuerto.
Sin embargo, también existe otra versión que habla de que se le estafó al mexicano o que este sabía que no era oro y que a su vez quería estafador a los compradores en Hong Kong.
La fiscalía realizó la investigación, en la cual intervino primero el fiscal Fúster y luego sus colegas, Aldo Cantero y Carmen de Catoni.
La actuación de Cantero fue muy criticada por el empresario belga, Marc André Didier, quien incluso demandó a Cantero y a Fúster por más de US$ 6 millones de dólares, en concepto de indemnización. El extranjero estuvo preso y procesados hasta que la fiscal de Catoni le otorgó su sobreseimiento definitivo.
Didier acusó que le incluyeron en el proceso para quitarle plata y luego su avión. Dijo que en su lugar de reclusión lo visitó la abogado Miriam Areco, quien le manifestó que lo hacía en representación de González.
Areco negó que haya mencionado al político colorado, pero admitió que conversó con el belga para ofrecerle su servicio como abogada.
Pedido de US$ 300.000
Por otro lado, el empresario belga Marc Didier declaró que el mexicano José Salazar le había manifestado que el comisario Diosnel Alarcón, quien intervino en el procedimiento, supuestamente le pidió US$ 300.000 para solucionar el problema judicial.
Llamativamente, Salazar fue el primer sobreseído, pese a que era el dueño de la mercadería. Su desvinculación del proceso fue solicitada por el fiscal Aldo Cantero y el pedido fue ratificado por la fiscala Carmen Catoni, durante la audiencia ante el Poder Judicial.