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Un poco más flaco, pero con la voz ronca de siempre, Osvaldo se sentó a sus anchas entre su sobrino Alfredo "Goli" Stroessner y Angel Ramón Barchini. El espacio pequeño y la humedad de la tarde de ayer elevaron la temperatura en el reducido salón de Reconstrucción Nacional Republicana, donde se realizó el acto. Estos factores también permitieron que los aplausos y las hurras vibraran con más fuerza.
Luego de los discursos de Angel Ramón Barchini y Oscar "Cachito" Salomón, habló el "Rata" Domínguez. Pausadamente, dijo que no era hombre de hablar mucho, sino de trabajo. La primera tarea, según dijo, si es presidente de la Junta, será devolver el poder a este organismo partidario. Cree que, si el Partido Colorado está en el poder, debe marcar el rumbo del gobierno en las distintas áreas. Aclaró que aceptó por una cuestión particular el desafío de pugnar por la presidencia del partido para buscar la unidad de los colorados.
Cuestionó a los que utilizan el nombre del partido para enriquecerse en los cargos y prometió poner patriotismo y lealtad en su gestión.
Finalizado el acto, fue consultado sobre Duarte Frutos. No quiso opinar mucho sobre su administración, pero recordó que desde que asumió el poder "no progresamos nada; por el contrario, nos hemos estancado", refirió.
Dijo que no se trataba de una revancha, pero advirtió que es un hombre que está acostumbrado a las competencias y que juega a ganar.
Antes de finalizar el acto, apareció su hermano Reinaldo y se dieron un fuerte abrazo ante el aplauso de todos. Aparentemente, llevaban tiempo de distanciamiento por problemas familiares.