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Los pastores recuerdan que la Iglesia enseña que la vida humana es un valor supremo que se debe defender. En este sentido, todas las personas tienen la obligación de protegerla y conservarla, sea la propia vida como la de los demás. “Fiel a ese mandato, como discípula misionera de Jesucristo, la Iglesia ha acompañado a los compatriotas campesinos que han sido privados de su libertad, desde el primer momento, a través de sus diversos departamentos pastorales, para asistirlos, consolarlos y apoyarlos en sus necesidades espirituales y materiales”, expresa el mensaje.
En otra parte, sostienen que varios obispos y otros referentes eclesiales han estado en contacto permanente con las autoridades nacionales, principalmente con el fiscal general del Estado, para interesarse por la situación de los campesinos, tanto en el proceso legal como en el respeto a sus derechos humanos fundamentales. Exhortan a todos los fieles católicos y personas de buena voluntad a orar y trabajar por esta situación.