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Con el análisis de la realidad eclesial, comenzó ayer la 202 asamblea de la Conferencia Episcopal Paraguaya, en el local de Alberdi casi Humaitá. Si bien la realidad nacional será tratada recién hoy, Mons. Adalberto Martínez adelantó que los temas que preocupan a la Iglesia son la inseguridad y la violencia, y aclaró que en su momento, los obispos del Paraguay manifestaron su repudio a la violenta muerte del periodista Pablo Medina y de su acompañante Antonia Almada. En ese sentido, indicó que los obispos condenan este tipo de crimen, que quiere acallar la voz de la prensa.
Martínez sostuvo que en el norte del país hay atropellos a la persona y a la vida. Agregó que los obispos manifiestan su repudio a temas coyunturales a través de su Consejo Permanente, pero ahora que están todos reunidos la discusión será más rica y se verá qué pueden aportar los obispos para llegar a soluciones a los problemas sociales.
Asimismo, destacó que la inseguridad no es el único problema del país, están también la falta de trabajo, el primer empleo para los jóvenes y el avance de la pobreza. La idea es dar orientaciones sobre esos temas.
Arlan
Preguntado si la Iglesia no recibió alguna propuesta para mediar en el caso de los secuestrados Arlan Fick y Edelio Morínigo, apuntó que nadie pidió una mediación a los obispos ante esta situación extrema, pero aclaró que los pastores están con las directivas de la Fuerza de Tareas Conjuntas y la Inteligencia y no se puede hacer una actuación paralela.
Ayer recibieron al nuncio Eliseo Antonio Ariotti, quien compartió con los pastores el saludo del Papa y abordaron con él la marcha de la Iglesia universal.
Martínez se refirió al sínodo de obispos que se realizó el mes pasado en Roma e indicó que el próximo será en el 2015 y sus conclusiones se entregarán al Papa quien luego dará las nuevas orientaciones a la Iglesia. En nuestro país, este año culmina el trienio de la familia para fortalecerla y ayudar a aquellas en situación irregular. Para ellos, la Iglesia debe tener una pastoral para que los divorciados y vueltos a casar no se sientan excluidos.