Obispo pide que se deje de robar

PIRIBEBUY, Dpto. de Cordillera (Desiré Cabrera, de nuestra redacción regional). El obispo de Caacupé, Mons. Claudio Giménez, dijo que el robo descarado realizado por los intendentes da mucha vergüenza. “Los políticos y especialmente intendentes olvidaron que su misión era el bien social y no el beneficio propio”. Sostuvo que se debe erradicar la cultura del “peichante’arã voi”, tratando de justificar a las autoridades y políticos ladrones, “¡el hecho de ser paraguayos no les da derecho a ser sinvergüenzas!”, acotó.

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Fue en la misa de Piribebuy, durante la celebración litúrgica en honor a Ñandejára Guasu, realizada en la explanada del Santuario Nacional de esta localidad. En dicho acto, el prelado dijo que da vergüenza conocer el descarado robo de los recursos públicos que realizaron varios intendentes en el país.

Añadió que también avergüenza ver el rostro de los intendentes de Cordillera en los diarios, procesados por presuntos malos manejos de los recursos públicos.

“¡Qué vergüenza nos hicieron pasar nuestros intendentes en el tema del robo!”, exclamó el obispo. Llamó la atención sobre el hecho de que en su mayoría estos se declaraban cristianos católicos.

El prelado expresó que “gracias a la Ley de la Información Pública nos hemos enterado de los grandes robos que se realizaban en nuestro país. Los políticos y especialmente intendentes olvidaron que su misión era el bien social y no el beneficio propio”.

El obispo sostuvo que en muchos casos la ayuda externa que viene al país para los más necesitados o proyectos sociales se canaliza a los bolsillos privados de los políticos de turno.

“Se sigue robando, corrompiéndose y corrompiendo al pueblo de generación en generación y esto ya no puede continuar”, subrayó el prelado.

“Se ha robado mucho”

El obispo de Caacupé finalizó su homilía al decir que ojalá muchos que saben de la historia del “buen ladrón” se arrepientan y dejen de robar, “porque ya se ha robado demasiado”.

Dicha historia se refiere a uno de los dos ladrones crucificados junto a Jesús de Nazaret, quien reconoció su culpa y se arrepintió antes de morir, mientras que el otro se burló del Mesías.

Cientos de fieles participaron ayer de la misa en honor al santo patrono de la comunidad, luego de la procesión de la sagrada imagen del Ñandejára Guasu por los alrededores del Santuario Nacional.

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