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El proyecto de ley “de organización general de las Fuerzas Armadas de la Nación” fue presentado por el Poder Ejecutivo, y ayer a la mañana dos comisiones de la Cámara de Senadores (Asuntos Constitucionales y Legislación) iniciaron el proceso de estudio.
Invitaron a monseñor Martínez, obispo de las FF.AA. y de la Policía Nacional, para escuchar su parecer sobre la propuesta legislativa. El prelado solicitó a los legisladores que no modifiquen las funciones del obispado. Además, advirtió que su función no solamente afecta a los militares sino también a los policías, con lo cual se produce un obstáculo a la hora de modificar la Ley 216/93.
Monseñor Martínez indicó que la decisión está en estos momentos en manos de los senadores de las dos comisiones. Recordó que hay alrededor de 19.000 militares y 27.000 policías, más familiares.
Aclaró que el Obispado de las FF.AA. y la Policía Nacional no está en relación de subordinación con la cúpula policial y militar. “Tratamos directamente con el Presidente de la República”, añadió monseñor Martínez.
Por su parte, la senadora colorada Lilian Samaniego, quien se desempeña como presidenta interina de la Comisión de Asuntos Constitucionales, manifestó que los legisladores tomarán en cuenta la posición del obispado.
Otros aspectos
Según el proyecto de ley, el ministro de Defensa, como parte de la cadena de mando militar, participará en la designación de los comandantes del Ejército, Armada y Aviación. Es decir, participará de los nombramientos de los jefes militares, excepto en la designación del comandante de las Fuerzas Militares, además de tener atribuciones administrativas y presupuestarias de la institución castrense.
La participación del ministro de Defensa se dará en la integración de las ternas de candidatos –una de las innovaciones– de las cuales el Presidente de la República escogerá para nombrar a los comandantes del Ejército, Armada y Fuerza Aérea.
El jefe de Estado dejará de tener el “mando supremo”.