“Nuestros escudos nacionales están aprisionados por la tristeza y el luto”

Con el correr del tiempo los escudos patrios fueron totalmente trastrocados, a tal punto de incorporar simbologías de tristeza, penumbra, tinieblas, luto y hasta brujería. Así concluye la investigación del Cnel. (R) Rodrigo Antonio Soto Brito que ya fue entregada a los poderes Legislativo y Ejecutivo. Plantea retornar a los originales adoptados por el Congreso Extraordinario de 1842, durante el gobierno de Carlos A. López.

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Desde hace unos 30 años se viene hablando de la posibilidad de volver a los escudos originales que tuvo nuestro país, refiere el Cnel. Soto Brito, quien entregó los resultados de su investigación a las autoridades nacionales, con motivo del Bicentenario, sin obtener respuesta alguna. Ahora lo volvió a presentar al presidente Horacio Cartes. “Nuestros escudos han sido profundamente cambiados con el correr del tiempo, prácticamente sin que nos diéramos cuenta”, afirma.

A su criterio, los escudos tienen una enorme simbología con relación a todo lo que es la Patria y la nacionalidad: “En cierta medida está influyendo negativamente el círculo negro que lleva el escudo vigente en la actualidad. Eso es símbolo de tristeza, penumbra, tinieblas, luto y también -para el que cree- es brujería”.

El militar retirado asegura que muchos tal vez no crean en esto, pero la simbología tiene su poder: “Creo que estamos sufriendo precisamente eso, ese círculo negro que nos aprisiona nos está dando bastantes problemas a nivel nacional, incluso con los países vecinos”.

Para ejemplificar los cambios que se fueron dando en los símbolos nacionales citó al león. Originalmente el león miraba de frente como una autoridad digna y respetable. Luego miraba a la izquierda y ahora a la derecha desde la óptica del espectador. No obstante, sigue representado “como un vulgar cachorro mostrando los colmillos y sacando la lengua, cosa que no tiene por qué hacer ninguna autoridad”. Además, hasta no hace mucho tiempo tenía el rabo entre las piernas. “Eso significa humillación, fracaso, derrota, y nuestros héroes, nuestros valientes soldados, nunca han sufrido eso. Por qué vamos a representar en nuestro escudo un animal vencido. Es una ofensa”.

La figura del león -dice- está en el aire, como flotando, no tiene suelo, no tiene horizonte, parece una caricatura infantil colgada de un hilo.

Otro cuestionamiento que realiza el Cnel. Soto Brito es que del reverso del escudo ha desaparecido la inscripción “República del Paraguay”. Por tanto, no se puede saber a qué país pertenece ese escudo. Todo debe estar muy bien expresado, afirma al proponer que el león vuelva a mirar de frente, se reincorpore la inscripción eliminada en el reverso y el círculo negro sea reemplazado por la tricolor en ambos.

Precisó que si bien los documentos del Congreso de 1842 muestran un escudo sin los colores, con la tecnología actual esto debe ser mejorado, de ahí que en su propuesta se ubica al león en un paisaje.

El investigador asegura que nuestros escudos tienen incluso orígenes anteriores a la época de Carlos A. López, pues Gaspar Rodríguez de Francia, quien era doctor en teología, fue quien habría incorporado el león, una especie que no es de esta región, pero que es de carácter bíblico. “Nuestros próceres no se basaban en la heráldica para adoptar los símbolos patrios, sino quisieron expresar en ellos los fundamentos de nuestra nacionalidad, de nuestra razón de ser como paraguayos y eso se debe preservar y recuperar”, enfatizó.

A su criterio la modificación propuesta para los escudos despertará nuestro orgullo y fomentará el patriotismo al hacer sentirnos plenamente identificados con nuestros símbolos patrios. “Como ciudadano preocupado de lo que significa nuestra nacionalidad, el Paraguay, bendita tierra que merece todo nuestro aprecio y nuestro respeto, nos corresponde ser celosos cuidadores de los bienes y del patrimonio nacional. Y una de las cosas que mejor simbolizan a la ciudadanía es nada más y nada menos que el pabellón con sus escudos”.

Pedro Gómez Silgueira

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